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Hoja de ruta

Ignacio Martínez

Se busca a Pepe Griñán

LA sensación que ofrece el congreso regional del PSOE en la ciudadanía es de absoluta indiferencia. Un asunto particular. Elecciones a junta directiva en un club de intereses. Club dirigido por un veterano, que en su dilatada trayectoria no se había dedicado nunca a tareas orgánicas. Para esto hay que estar preparado y hay que valer. Uno puede ser un tipo culto, brillante, con gran experiencia, ministro, consejero, vicepresidente y presidente regional... Pero si el poder le viene llovido del cielo y lo deja en manos de un grupo de jovencitos ambiciosos con escaso currículo laboral, académico o profesional, entonces tenemos a un maratoniano corriendo los 100 metros lisos.

Un querido colega catalán definió al grupito en cuestión como la particular Joven Guardia Roja del presidente, formada por killers de las juventudes socialistas de Andalucía. Pero las críticas no han torcido el empeño del secretario general, que parece dispuesto a nombrar nuevo número dos del partido a Mario Jiménez. El peor portavoz del PSOE andaluz en 30 años de autonomía se lleva el premio gordo. Quizá el secretario esté desorientado. Y nada mejor en estos casos que acudir a algún teórico ilustre. Le recomendaría que pregunte por Pepe Griñán, personaje sobresaliente, desaparecido de la escena desde hace unos años. Una pena, porque sus ideas le serían de gran utilidad al secretario general y presidente de la Junta.

Por ejemplo, Pepe Griñán era firme partidario de nombrar en la Junta en función del mérito y la capacidad. Su teoría era que un independiente o un funcionario, si estaban más preparados, debían ocupar un puesto antes que un militante. Nunca habría privilegiado a adeptos o aduladores. Nunca habría aplazado el nombramiento de delegados y cargos de la Junta hasta verificar la conducta de los compromisarios en un congreso. Y, si recuerdo bien, propugnaba las primarias como el mejor método para seleccionar candidatos institucionales. ¿Qué pensará, donde quiera que esté, de los dirigentes que las prohibieron en las municipales?

Otro asunto en el que el secretario general y presidente debería consultar es en la toma del poder en Sevilla por Susana Díaz, una de las principales piezas de los killers. El expresidente Borbolla ha interpretado en este punto con fineza la doctrina Griñán: si Rubalcaba aspirase a ser candidato a la Presidencia del Gobierno en unas primarias, tendría que dimitir previamente como secretario del PSOE, para garantizar la neutralidad del proceso; luego Díaz no debería aspirar a la secretaría de Sevilla desde la Consejería de Presidencia. Entre otras cosas, porque tendrá que votarla para el cargo orgánico mucha gente cuyo empleo institucional depende de lo que vote en el congreso.

Por todas estas razones el secretario general y presidente debería buscar a Pepe Griñán y pedirle consejo. Se lo agradecerá.

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