La esquina

josé / aguilar

Y no era un cachondeo...

DEL Consejo de Ministros depende enteramente Pedro Pacheco, uno de los alcaldes más carismáticos que ha tenido la España democrática, para evitar la cárcel. Prepara una petición de indulto a la condena de cinco años y medio de prisión a la que le ha sentenciado el Tribunal Supremo. Hay que decir que últimamente el Gobierno se muestra remiso a indultar a políticos, incluso del PP, sentenciados por corrupción.

Pacheco, denunciado por su ex aliada socialista Pilar Sánchez y denunciante de ella al mismo tiempo, había sido condenado por la Audiencia de Cádiz por sendos delitos de prevaricación y malversación de caudales públicos tras haber contratado como asesores de dos empresas municipales que vicepresidía a dos militantes de su pequeño partido (Partido Socialista de Andalucía), prescindiendo del procedimiento establecido y sin trámite alguno. Hágase mi voluntad, se dijo el ex alcalde en 2005.

El Supremo no sólo ha ratificado la condena por estos dos delitos, sino que le ha añadido un delito más (falsedad en documento público, ya que los dos asesores cobraron 206.000 euros por trabajos que nunca hicieron), y le ha añadido también un aviso a todos los cargos públicos tentados de cometer irregularidades en su gestión: el daño efectivo, aunque inmaterial, a la confianza de la ciudadanía en las instituciones. "Nada lesiona más la credibidilidad de los ciudadanos en sus instituciones que ver convertidos a sus representantes en los vulneradores de la legalidad de la que ellos son los primeros custodios", alega el TS.

Con este argumento los tribunales podrían acometer una escabechina de alcaldes, presidentes de Diputación y hasta ministros de todos los partidos. Lo que hizo Pacheco lo hacían y lo siguen haciendo muchos cargos públicos, probablemente con menos torpeza y más cuidado que el ex alcalde de Jerez: contratar como presuntos asesores institucionales a miembros de sus partidos para que vivan a costa del erario público y trabajen, en realidad, para la organización a la que pertenecen. Liberados políticos sufragados con el dinero de todos. Utilización de las instituciones creadas a fin de resolver problemas de los ciudadanos para solventar los problemas financieros de los partidos. Enchufismo y clientelismo prevaliéndose del poder.

Pedro Pacheco tiene pendientes tres o cuatro juicios más. A aquel que dijo que la Justicia es un cachondeo le van a demostrar que de cachondeo, nada. Un calvario.

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