ESTA es la Andalucía profunda. La política y la empresarial. La cafetería de Torretriana, el edificio con más servicios centrales de la Junta de Andalucía, fue anteayer escenario de una huelga, convocada por Comisiones Obreras, porque a los trece trabajadores de la cafetería se les adeudan salarios. Si eso ocurre en tan icónica sede de la autonomía, apaga y vámonos... a tomarnos una tila.

Está gestionada por una empresa subcontratada, Innova 24, que ganó el concurso de explotación tras revocarse la anterior concesión porque la precedente, Real Venta de Antequera Catering, no abonaba las cotizaciones de la plantilla. Mala gestión, mala educación y mala postal de anfitrión a los pies de los consejeros de Hacienda, Educación y Turismo. Qué poco controlan la picaresca y la ineficacia. Y en qué mal lugar dejan esas contratas al sector de la hostelería. Son cientos y cientos los bares que viven en Sevilla de las consumiciones matutinas y de mediodía. Pero en Torretriana, con 2.000 empleados de lunes a viernes (más quienes acuden para gestiones), van de Guatemala a Guatepeor.

Desde la inauguración del edificio, el improductivo rito del cafelito tenía un hándicap a ojos del personal. Su alejamiento de la trama urbana. Chocaba con la acendrada costumbre de salir a la calle a media mañana. Ya saben, los 15 minutos que se convierten en 45 por parte de quienes se lo toman en corrillo y con tranquilidad... gracias a que hay otros compañeros que rinden mucho en su horario de trabajo. Es más intensa la liberación de adrenalina en el desahogo contra el prójimo, sea o no jefe, cuando se realiza extramuros. Por eso, y por lo cardiosaludable que es ir andando a los bares del Patrocinio, Torretriana hace honor a su nombre cuando se mira al barrio a media mañana.

No obstante, animo a la patronal de la hostelería a que analice la sostenibilidad de la gran cafetería de la Junta. Antes de que Merkel le diga a Rajoy cuánto tiene que subir el café y la media tostada.