COMOQUIERA que Zoido se ha internado por la procelosidad de la orilla del río, reiteremos lo que tantas y tantas veces se ha denunciado desde esta ventana. Se trata del paseo dedicado al Rey y que más parece estar dedicado a un enemigo dado el estado de abandono en que se encuentra. Parece mentira, pero hasta los adoquines que lo pavimentan están desapareciendo en algunos sectores y raro es que no haya sido denunciado por esa asociación de amigos de la bicicleta por el peligro que representan unos baches tan acentuados. ¿Y qué decir de la mugre acumulada en esos asentamientos de la parte alta del paseo? Una zona que tiene muchos momentos de explosión vital debiera estar más cuidada, más limpia y en un estado de conservación y policía que, al menos, impidiese que se lleven los adoquines como se los están llevando... sobre todo por lo peligroso que eso es para los émulos de Indurain.