Puede sonar a canción en exceso pesimista del verano, que no siempre va a ser la canción del verano obra del optimista Georgie Dann o del que se ha hecho rico con el dichoso Despacito. Y es que ve uno el periódico por la mañana o el telediario a cualquier hora y te dan ganas de echarte a llorar desconsoladamente. Escucha uno la agresión que sufre el turismo en cualquier rincón de España, la alianza del PSOE con el Diablo en Toledo, las avalanchas de inmigrantes en Ceuta o a pleno sol en la playa de Zahara, cómo la película macabra del Frente Popular amenaza con repetirse o, simplemente, cómo la Plaza de España ha de estar en continua reparación y uno se pregunta qué hemos hecho para merecer esto. O la patochada de la corrida de toros a la balear, que es el colmo de la incongruencia, un detalle más de cómo se ve el panorama para que nos hartemos de llorar.