LAS dos huelgas paralelas sufridas la semana pasada han evidenciado que los dos sectores convocantes, los del transporte y la pesca, ni están unidos ni guardan intereses comunes. La Federación Nacional de Cofradías, que agrupa a la flota de bajura que faena en las costas españolas, se echó a la mar el viernes pasado después de conseguir con la Secretaría General de Pesca un acuerdo que les supondrá unos ingresos de 19 millones de euros. La patronal Cepesca, que reúne a unos 1.600 barcos, considera insuficientes estos acuerdos para hacer frente a un mismo problema: el alza del precio del gasóleo, que ha pasado de los 0,18 euros por litro a los 0,7. Los pescadores consideran "justo" un precio de 0,40 euros para este gasóleo profesional y, aunque no lo han conseguido, la flota de bajura se ha echado a la mar a la espera de seguir negociando. ¿Por qué unos sí aceptan y los otros no? La razón hay que buscarla en el tipo de arte utilizado y en el tamaño de los barcos. Aunque la subida del gasóleo afecta a todos por igual, hay ciertos tipos de barcos -caso de los arrastreros de algunos puertos de Huelva y de Cádiz- que consumen mucho más combustible debido a la potencia que necesitan sus motores para peinar el fondo marino. Lo mismo cabe decir de los barcos tipo draga que se emplean en el marisqueo. Son dos tipos de arte que en más de una ocasión han sido criticados por los pescadores de bajura artesanales, porque mantienen que les estropean sus caladeros habituales. Las cofradías no pueden soportar muchos días de huelga, de ahí que alcanzado ese acuerdo inicial, se decidieran por volver a faenar. Tanto los convocantes, la patronal Cepesca, como las cofradías sí esperan que la reunión del 23 de junio del Consejo de Ministros de Pesca de la UE ayude a paliar el problema, porque esto sí que es un problema europeo. Buena parte de la flota española de altura carga gasoil en otros países. Ahora bien, es necesario reflexionar si el aumento de las subvenciones -vía precio del combustible- no fomentará la merma de unos caladeros ya bastante agotados.