COMO todos los santos tienen novena, permítanme la licencia de que también la tengan los cumpleaños, sobre todo si se trata del muy emblemático y sevillano cumpleaños de Pepe Luis. ¿Hay algo más sevillano que Pepe Luis? Igual, por supuesto que lo hay, pero más no. Pepe Luis, que ayer celebraba con Mercedes, su mujer, y su larguísima prole de hijos, nietos y biznietos entrar en el exclusivo club de los nonagenarios simbolizó la esencia de Sevilla en el toreo, lo que deja claro la clase de torero que fue. Heredero del espacio que ocupaba Chicuelo en el corazón de la cuna del toreo, Pepe Luis hizo que su tiempo fuese menos negro aquellas tardes en que él se anunciaba y el sevillano acudía al templo con las pajarillas alegres por lo que podía pasar. Ayer cumplía noventa años rodeado de su prole y con la cabeza igual de clara que cuando se ponía delante del toro. Felicidades, maestro, amigo...