SIN avisar. Contraprogramar con el debate es una estrategia de emisora chunga, sin recursos. Además les falló el sonido en parte de Andalucía. Canal Sur se lo tiene merecido. Por cutres. Emitieron el debate para salvar la noche del lunes (para que, al menos, les saliera baratito) y sin añadirle un coloquio posterior para evitarse complicaciones políticas (no fuera Zapatero a meter la pata) tal como hicieron todos los canales. Con jugadas como ésta, ojito con las audiencias del mes de abril para la Nuestra. Marzo lo van a salvar por la Semana Santa, aunque pende de un hilo Andalucía Directo, donde se prodiga el cutrerío laboral. Mi apoyo a todos los redactores menosmileuristas. Y más cuando se exponen la vida por esas carreteras de la segunda modernización, a toda prisa, como los de AD.

Y sobre el debate: el debate lo ganó Olga Viza, afable y cómplice con los habitantes del ultraplasma. Dejó que la bronca discurriera viva. Sin las ínfulas del académico campestre, supo pasar más desapercibida y, por tanto, más brillante. Que manden el dvd a las facultades.

Zapatero se visitó este lunes de Chaves y Rajoy de él mismo. Se repite mucho. Qué conservador. Lo que cambió fue la actitud, el paso adelante de ambos, que elevaron más a porfía y a terquedad el encuentro de la semana anterior. Rajoy, como aspirante, fue el que por tanto más desperdició la oportunidad y se empeñó en la niña, que ya se había granjeado el recochineo ajeno. El presidente se arrojó a desafíos añejos. Al final el que está en crisis es el sector de la construcción, la construcción de propuestas de futuro, para informar al indeciso. De eso iba la sinopsis del programa.

Como espectador, este debate fue más entretenido, con más garra, que el anterior. Vale. Como ciudadano, el duelo no sirvió para mucho, sólo para que cada bando se erigiera en ganador.