UF, duelo de tetas entre Ana Obregón y Carolina Cerezuela en Hospital central. La maestra bióloga frente a la alumna cafetera. La grabación de los dos episodios, me contaron, fue espantosa con el desafío de pechugas. Anita pertenece a otro tiempo.

El público joven prefiere degustar los ídolos de usar y tirar de los realitys. ¿Hasta dónde llegarán los ojos de gata de Virginia, que tiene voz de pito? Operación Triunfo terminaba esta edición con la marcha de quien ha sostenido el interés de todos estos meses, Risto Mejide, que deja su silla vacía y se va con la cartera llena. Ha dicho cada semana verdades como puños americanos, entre la bobería del resto del jurado, ante un puñado de concursantes malísimos y de un presentador que quería jugar a mamá de sus retoños cantarines. "Que te den", invitó Jesús Vázquez con todo su desprecio al de las gafas. Mal hecho, amigo del buen rollete. Si alguien le dice a Jesús Vázquez "que te den", sería tildado de homófobo, fascista y oyente de Jiménez Losantos. Como mínimo. Es guay vivir en la ficha de seguro del parchís progre. Que le den a Risto, claro. Su parte del éxito de audiencia.

El karaoke de "vulgaridades, soberbias y envidias" de OT tira ya de la cisterna para que se vayan por el desagüe sus participantes. Bueno, antes los manda de gira para exprimirlos, después de tres meses de teletienda entonada. El musical de Gestmusic renueva y mejora su puesta en escana en cada etapa. Pero, como vaso comunicante, el logro es inversamente proporcional a la sequía de talento sobre el escenario y en la selección musical. Ya ni siquiera se calientan la cabeza para fabricar una canción. El martes terminaban con el Corazón contento de Palito Ortega. Una tonadilla estival de cuando Fraga era meritorio en El Pardo. Qué gente más moderna.