Señalados en rojo un día sí y al otro también, este penúltimo sábado de octubre no podía estar signado de otra manera. Aunque el 155 empezó a caminar tras la primera carta de Rajoy, hoy se mandará al Senado la notificación para que la Cámara Alta le dé validez. Parece que la Cámara Alta también va a tomarse su tiempo mientras España entera se desangra por la cornada infligida en la femoral catalana. A ver cuánto dura esta sangría, pues como las prisas no suelen ser buenas consejeras se ha impuesto un ritmo como de aceite pesado. Y más que la sensación es la constatación de que Rajoy tiene unas poquísimas ganas de aplicar el dichoso artículo constitucional. Fiel a su forma de ser y confiado en su conocida premisa de que el tiempo lo arregla todo, vamos a ver cómo acaba este partido de tenis interminable y de un costo económico y sentimental impredecible.
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