EL Íbex 35 cerró la sesión de ayer martes con un retroceso del 0,46%, lo que llevó al selectivo a abandonar definitivamente la cota psicológica de los 8.500 enteros (8.485,2) y a encadenar tres jornadas en negativo, con la banca en números rojos.

En el mercado de deuda, la prima de riesgo se colocaba en 121,8 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a diez años en el 1,184%. Mientras, en el mercado de divisas, el euro se intercambiaba a 1,1006 dólares.

ArcelorMittal se erigió como el peor valor de la sesión con un recorte del 4,2%, hasta los 5,016 euros, debido al mal desempeño de las materias primas. Tampoco consiguieron mantener el tipo Banco Popular (-3,27%), IAG (-2,11%), Bankia (-1,94%) y Repsol (-1,78%).

Al igual que Popular y Bankia, el resto de la banca que cotiza en el Íbex se adentró en pérdidas, contagiada por la evolución negativa del sector en Italia: Santander cayó un 1,13%, BBVA un 0,9% y Caixabank un 0,18%. Las excepciones fueron Bankinter (+1,39%) y Sabadell (+0,55%). La otra cara de la moneda la mostraron Indra, que se erigió como el mejor valor de la sesión al impulsarse un 4,69%, seguido de Aena (+1,55%), Abertis (+1,54%), ACS (+0,84%) y Merlin (+0,65%).

Los grandes valores también se tiñeron de rojo, salvo Endesa, que subió un leve 0,16%. Telefónica recortó un 1,2%, Iberdrola un 0,39% e Inditex un 0,09%.

De este modo, el selectivo español compartió tendencia con sus homólogas en Europa, poco optimistas en la jornad: Londres ha cerró plano, Fráncfort cedió un 0,8% y París un 0,6%.

El estratega de mercados de IG Daniel Pingarrón indicó que las dudas del sector bancario, especialmente de los bancos italianos, es uno de los elementos bajistas que están afectando a la evolución de las Bolsas del Viejo Continente en los últimos días.