SIEMPRE paga el ciudadano de a pie. Bien sea en especie o en metálico, en el planteamiento, en el nudo y también en el desenlace es el ciudadano el que paga. Mientras desde las alturas mueven los hilos a su antojo, estos polichinelas que son los de a pie terminan pagando la factura. Está pasando con esta huelga que paraliza el país por culpa de la subida de los carburantes. Paga el huelguista que reclama y paga el ciudadano que no puede moverse con normalidad, que no puede hacer frente a sus obligaciones porque el huelguista se lo impide. Luego, cuando todo se arregle, el ciudadano continuará pagando porque todo habrá subido aún más. La cesta de la compra se le complicará por el efecto dominó que implica toda subida de carburantes y lo cierto es que la vida se le va en estos ayes y en estos suspiros, mientras los que manejan la barca siguen ganando, siempre ganando, todos los días, todos los años, toda la vida...
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios