José Antonio Griñán, como no podría ser de otra forma, dice a todo el que lo quiere oír que la remontada es posible y que las elecciones que convocará en la fecha que mejor le venga no están perdidas. El presidente andaluz está dispuesto a jugar a fondo consciente de que si logra quedarse al frente de la Junta tendrá un poder real indiscutido dentro del socialismo español, por más empinadas que sean las cuestas y por mucho que haya que esforzarse. Y si lo que se trata es de ir para arriba, ahí lo tienen esta semana en Jaén subiendo a buen paso estas escaleras, que tampoco parecen fáciles.