Mariano Rajoy ha recibido en La Moncloa a Albert Rivera para hablar de Cataluña, se supone que las reflexiones de Rafael Hernando sobre Inés Arrimadas se han quedado dentro de la caverna. Rivera y Rajoy se llevan muy bien en lo personal, pero el primero le culpa de indolencia y falta de responsabilidad. El argumentario del PP que sale de la sede de Génova apenas sirve para tapar la falta de iniciativa política en el partido y el Gobierno, más allá de la necesidad obvia de defender la ley, de ahí que un buen día todos sus cargos se ponen a replicar lo que les indica el papel, aunque eso ponga en evidencia al jefe. Inés Arrimadas, según Rafael Hernando, debe ser responsable, y presentar su candidatura porque le obliga su éxito electoral, tanto en votos como en escaños. Claro, como en enero de 2016, cuando Rajoy declinó la oferta del joven Rey. Hernando y García Albiol no llegan a sumar un escaño.

Como los independentistas no tienen plan B ni tampoco plan A, el Gobierno debe considerar un gasto inútil planificar. Es que no se han estudiado ni el guión que marca el reglamento del Parlament. Se supone que siempre habrá un juez o un tribunal donde parar la deriva.

A ver, Inés Arrimadas carece de posibilidades de ser investida, porque la mayoría absoluta es de los independentistas. 72 escaños, dos sobre la cifra necesaria. El encargo del presidente del Parlamento -que aún no está elegido- corresponde al dirigente separatista que pueda aunar los votos de la CUP, ERC y JxCAT. Cuando Javier Arenas ganó en Andalucía las elecciones autonómicas de 2013, correspondió a José Antonio Griñán, a pesar de ser el segundo, porque podía sumar al PSOE y a IU.

Por tanto, lo primero es constituir la Mesa el 20-E. Esto es decisivo, y es complicado pero posible que los constitucionalistas se agrupen en una mayoría que puede vencer a la independentista, ya que en la primera sesión le faltarán ocho o cinco parlamentarios. Marta Rovira viaja en las próximas horas a Bruselas para pedir a Puigdemont que de los cinco huidos, alguien debe desistir de coger el acta y correr la lista, porque no van a ganar la presidencia de la Mesa con media decena de votos invalidados. Y eso, suponiendo que puedan salir para votar el 20 de enero los otros tres en prisión. Inés Arrimadas sí debe postular a Ciudadanos para la presidencia del Parlament, porque puede y porque habrá que poner en un aprieto a los comunes de Pablo Iglesias, a quienes tienta la posibilidad de convertir a Xavi Domènech en presidente con el voto de ERC.