NUEVAMENTE, un Día D en todas las agendas, un nuevo partido del siglo una semana después del último. Enésimo partido del siglo, tercero ya en este abril, y sólo es el primer asalto de un combate que se prevé cruento y con muchas cuentas aparcadas. Tiene, además, carácter de efeméride, pues en un abril de hace ahora cincuenta y un años también se jugaron los dos colosos el primer asalto de una semifinal de Copa de Europa. Una semifinal que el Real Madrid decantó a su favor tras, como creo que será este año, haber quedado en Liga un escalón por debajo del Barça, hoy de Guardiola y entonces de Helenio Herrera.

Aquella semifinal fue de una superioridad madridista aplastante, 3-1 a favor en ambos rodeos. Y en aquella ocasión, que también arrancó en Chamartín, se dio una circunstancia que nos cogía muy de cerca. Era el debut de blanco de un futbolista grandioso, Luis del Sol, que llevaba menos de un mes en el club madrileño tras haberlo traspasado Benito Villamarín en pleno campeonato liguero y un día después de negar su marcha con una frase que hizo historia. "No sólo no lo vendo, sino que a ver dónde hay otro Del Sol que voy y lo compro". Desafortunada frase que hizo que muchos béticos rompiesen con ostentación el carné de socio.

El debut de Del Sol en el Madrid no fue en solitario, ya que fue acompañado en este lance por Miguel Muñoz en el banquillo y Enrique Pachín en la defensa. El subcampeonato por segundo año consecutivo acabó con la sociedad brasileña que formaron Fleitas Solich como entrenador y Didí como alternativa al grandioso Alfredo di Stéfano. Y como donde las dan las toman, Miguel Muñoz se encargó de vengar a su antecesor, ya que el doble triunfo madridista hizo que la misma noche de la vuelta le dieran la boleta a Helenio Herrera a pesar de haber salido campeón de Liga. ¿Qué ocurrirá esta vez? Sí parece claro que ni Pep ni Mou peligran, pero da tantas vueltas esto...