La ventana

Luis Carlos Peris

Sobre la fiebre de rechazar distinciones

EPATAR significa pretender causar asombro o admiración y ésa es una de las conclusiones que pueden sacarse de la decisión de Alejandro Rojas-Marcos de rechazar la Medalla de la Ciudad. No cabe duda de que Paco Camino y José Tomás han puesto de moda eso de rechazar una distinción, pero el personal no termina de ver qué se pretende con ello. Desde luego, en el caso del ex alcalde no cabe achacarlo a una reacción maleducada, pues el defecto de la mala educación no va con él. Ocurre que por mucho que Rojas-Marcos explique su postura, ésta no será fácilmente comprensible para la ciudadanía. Por supuesto que es respetable que argumente que haber sido alcalde es honor y no mérito como para recibir una distinción tan alta, pero también esta postura deja en posición incómoda a los que, por lo mismo, sí que la aceptan y así el inefable ex alcalde epata y mata dos, o más, pájaros de un tiro.

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