Mientras la babosa hagiografía madridista no deja de intentar la desestabilización del Barça, esta noche vuelve el fútbol de verdad. Pasaron ya esos engendros de partidos entre selecciones autonómicas y selecciones nacionales y vuelve el fútbol auténtico con el vértigo del torneo del KO Serán tres días de primeros asaltos escalonados que rematarán la noche de la Cabalgata con esa eliminatoria estrella que arranca en Mestalla con un Valencia-Sevilla calentito. Eso será la noche en que los balcones se entreabren para que los Magos de Oriente dejen juguetes o carbón, pero todo empieza hoy.

Vive Dios que se hizo larga la espera, insoportablemente larga para los que necesitamos el fútbol en vena para sobrevivir y así como el verano se pasa sin traumas, este parón navideño se hace largo como una noche de insomnio. Ni siquiera las pifias de De Gea o los chispazos de Silva en la Premier hacen de lenitivo en tal síndrome de abstinencia, por lo que anhelamos el retorno del fútbol por muy cortito de nivel que sea el programa de esta noche hasta llegar a ese Madrid-Málaga sin Joaquín. Y hay que ver cómo habrá sentado en la Costa del Sol la lesión de Joaquín en ese bolo proafricano, un bolo más que deja en entredicho la vocación vacacional de los futbolistas.

Y en el ínterin, se retrasó más de la cuenta el retorno de Reyes a casa a la par que se eternizan las gestiones para elevar el nivel competitivo del plantel bético. Lo decíamos el otro día y no tenemos más remedio que reincidir en la cosa. Debería bastar ya de marear la perdiz persiguiendo piezas imposibles para ir sobre seguro a comprar algo que en la relación precio/calidad sea asequible para las esquilmadas arcas verdiblancas. Empieza la cuesta más empinada de cuantas queda constancia, el fútbol de verdad reaparece en este primer año del inquietante bisiesto y ya era hora, más que nada para que se deje de intoxicar con la marcha de Guardiola y cosas así