En el PP se cruzan apuestas: ¿Llegará o no llegará a fin de mes Luis Bárcenas? ¿Estará en septiembre al frente de la tesorería del partido?

Las cosas han dado la vuelta en los últimos días, a raíz de que el gerente durante 20 años, y tesorero en el último año, haya iniciado una ronda de conversaciones con algunos periodistas. Si hasta el momento Bárcenas contaba con el apoyo de Rajoy y con el de algunos dirigentes del PP que ocuparon cargos de relevancia en el pasado, todo indica que los comentarios de Bárcenas que han trascendido han irritado profundamente al presidente del PP, que ya no hace oídos sordos a las sugerencias que desde hace semanas les plantean miembros de la dirección nacional.

En sus reuniones con periodistas, Bárcenas no amenaza con "tirar de la manta" si es relevado, pero sí explica que es víctima de una operación política capitaneada por la dirección del PP madrileña, y ofrece datos sobre algunos de los miembros de esa dirección. Y es evidente que a Rajoy, al que tanto ha costado pacificar las relaciones entre su equipo y el de Esperanza Aguirre, determinadas afirmaciones hechas por una persona a la que está apoyando, le han producido una gran incomodidad. Tanto, que empieza a calar la idea de que debe tomar decisiones importantes y probablemente dolorosas antes de las vacaciones, para iniciar el curso político de septiembre sin el lastre Bárcenas. Y, quizá, sin el lastre Camps si no hay archivo de la causa contra el presidente valenciano.

Bárcenas ha explicado todas sus cuentas a Rajoy y también el origen de su patrimonio, con documentos que confirmaban sus palabras. Pero en este momento ya no solo está en cuestión su patrimonio, sino su comportamiento. Cunde la idea de que no ha sido leal al PP al no presentar su dimisión como tesorero y buscar una formula que permitiera a Rajoy salvar la cara y, en segundo lugar, los encuentros con periodistas y sus comentarios han obligado a Rajoy a tomar en consideración lo que le apuntan algunos de sus principales colaboradores: hay que prescindir de Bárcenas. Porque no hacerlo además significaría admitir de hecho que hay miedo a lo que pueda contar.