FERIA Toros en Sevilla hoy | Manuel Jesús 'El Cid', Daniel Luque y Emilio de Justo en la Maestranza

Desde mi córner

Luis Carlos Peris

Sin intensidad, ni siquiera el Betis

Con todo a favor y tras dilapidar un puñado de ocasiones de gol, se levanta el pie del acelerador y ruina

DISCURRÍA todo como en una gran fiesta, todo era alegría. El campo había respondido al caudal de agua soportado, el equipo cuajaba el mejor fútbol del curso y apenas se le daba importancia a las frivolidades de Emana, al chaparrón de ocasiones de gol perdidas, la siguiente más fácil que la anterior y así sucesivamente. Ya al descanso había podido irse con un cuatro a cero y la verdad es que el partido era como de coser y cantar, ya digo que el mejor del curso de este Betis brillante y como blindado a la presión que le llega de fuera. Pero fútbol es fútbol y aunque nadie podía imaginarlo, la fiesta no remató en tal.

¿Por qué puede un conjunto de profesionales contrastados entregar la cuchara ante un filial con todo a favor? Creo que el equipo de Mel, ocasiones desperdiciadas aparte, empezó a desvariar no más hacer Roversio el segundo gol. El dos a cero se ve suficiente ante un enemigo plagado de imberbes que no asustaban a nadie. Es más, daba la impresión de que Luis Enrique empeoraba su tropa con los cambios que iba introduciendo, con lo que el Betis vio que todo el pescado estaba vendido y que había que mirar a ese futuro que apenas deja respirar y que lo emplaza para pasado mañana a las mismas seis en todos los relojes de la tarde heliopolitana.

Y el Betis levantó el pie del acelerador, lo que propició que los imberbes azulgrana pareciesen hombres de barba cerrada y mucho pelo en pecho. Aquello ya no era un festival, Nolito dejaba de estar neutralizado, Isidoro ya no contaba con las ayudas del portugués y cuando el sanluqueño hace el gol, un frío de muerte recorre la espina dorsal de una afición acostumbrada a estos desencuentros. Y ya sin poder recomponer la cuestión, con Emana peleándose con los molinos de viento y mirando el personal cómo las manecillas del reloj apenas avanzan, otra desaplicación defensiva y el empate. ¿Se echarán de menos los dos puntos dilapidados con todo a favor? Quién sabe.

Tags

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios