Dos semanas después que un coche embistiera a los transeúntes en el puente de Westminster de Londres causando cinco víctimas -ayer falleció la última, una arquitecta rumana de 31 años -, un camión ha embestido contra los paseantes de una calle comercial de Estocolmo causando al menos tres muertos. Es el modelo de los atentados en el mercado de Navidad berlinés, el Paseo de los Ingleses de Niza y Westminster, muy utilizado por los palestinos en Israel donde embestir con un automóvil a ciudadanos indefensos había demostrado su letal eficacia antes de que los islamistas lo importaran a Europa. Este mal del siglo XXI se inició antes, en los años 70 y 80, primero perpetrado por palestinos que se decían de izquierdas y después por fundamentalistas teocráticos (España fue golpeada por primera vez con el atentado de Torrejón de Ardoz que en 1984 causó 18 víctimas). Y no deja de crecer: en 2000 los islamistas ejecutaron 251 atentados en todo el mundo y quince años más tarde la cifra se había multiplicado hasta alcanzar los 2.572. La mayoría de ellos se produjeron en Nigeria, Iraq, Afganistán o Pakistán y sus víctimas fueron mayoritariamente musulmanes considerados occidentalizados o tenidos por enemigos a causa del enfrentamiento entre la mayoría sunita y la minoría chiita que dura 1.400 años. Los grupos terroristas Al Qaeda, Hamas, Estado Islámico y Hermanos Musulmanes son chiitas y Hezbollah, sunita.

En lo que llevamos de siglo XXI Estados Unidos y Europa han sido golpeados por estos u otros grupos islamistas, siendo los atentados más letales los de Nueva York (11-S 2001: 2.753 víctimas), Moscú (22-O 2002: 129 víctimas), Madrid (11-M 2004: 194 víctimas), Beslán (1-S 2004: 331 víctimas, entre ellas 186 niños), Londres (7-J 2005: 56 víctimas), Burgas (18-J 2012: 7 víctimas), París (7, 8 y 9-E 2015: 20 víctimas), Sinaí (avión ruso derribado el 31-O 2015: 224 víctimas), París (13-N 2015: 130 víctimas), Bruselas (22-M 2016: 21 víctimas), Niza (14-J 2016: 84 víctimas) y Berlín (20-D 2016: 12 víctimas). ¿Tras el atentado de Estocolmo volverán las autoridades a advertirnos del riesgo de la islamofobia, y no del de la eurofobia, y nos invitarán a resignarnos a vivir con esta amenaza, lo que equivale a decir que nuestros enemigos, a la vez mundialmente dispersos e infiltrados entre nosotros, son invencibles?