PASA LA VIDA

Juan Luis Pavón

El matarile de las llaves y de las grúas

QUE el Ayuntamiento de Sevilla funciona mal lo sabemos todos. Y es culpa de todos los gobiernos municipales de los últimos 30 años, y no sólo de los 12 años a las órdenes de Monteseirín, cómo se ha consentido o se le ha dado alas en la nómina de empleados locales a la creación de grupos de presión internos que chantajean a la Alcaldía utilizando a la ciudad de rehén. La falta de autoridad de los concejales, temblorosos ante cualquier órdago y la nociva política de selección de personal, trufada de las componendas partidistas que asfixian cualquier asomo de meritocracia, favorecen el envalentonamiento de ciertas camarillas de conductores de autobuses, de policías locales, etcétera. Y de grupúsculos de taxistas, que dependen de una licencia municipal e imitan las malas prácticas para defender sus intereses. Hacen lo que ven: utilizar las instituciones en plan compadre.

La profunda reforma de las reglas del juego en la Administración Local debe ser una prioridad para los candidatos que concurrirán a las elecciones de 2011. La tendencia es rehuir el problema por miedo a tener a diario un follón en la Plaza Nueva, por lo que se agrava más. Tiene visos de que nos va a estallar pronto, en el pulso por rebañar los últimos dineros de las exhaustas arcas municipales, y tendremos que ponernos a resguardo de su onda expansiva.

En una ciudad más seria ya se habrían depurado responsabilidades por la muerte de un conductor de Aussa, la empresa que gestiona el servicio de grúa, al confirmarse en la ITV que los vehículos están fuera de la ley por incluir unos contrapesos extra (que aplastaron al fallecido) que no figuran en la ficha técnica. Tussam, la empresa municipal de autobuses, es la accionista mayoritaria en Aussa. Seguro que nadie sabía nada y que todos escurrirán el bulto. Manipule usted de ese modo su furgoneta o su camión y sí recaerá sobre usted el peso de la ley y de la sanción.

También en otro tipo de ciudad con mejor salud democrática, ya se habrían producido destituciones y expulsiones por la manipulación de 15 semáforos en importantes avenidas cercanas al recorrido por la ciudad de la Vuelta Ciclista a España. Como el incidente forma parte de la presión ejercida por los policías locales para seguir haciendo (y cobrando) muchas horas extras, pues el Ayuntamiento dice que es más barato cubrir así los servicios que creando puestos de trabajo para cubrir las plazas vacantes (pero así se fomenta el desempleo), la tradición consistorial indica que las denuncias y las medidas coercitivas serán prejubiladas en cuanto los policías firmen la paz retributiva.

Si a usted se le ocurre manipular los semáforos, con el riesgo que ello supone para la seguridad vial, aunque firme un nuevo convenio colectivo eso no le sirve de escudo para evitar ser juzgado y condenado con las penas fijadas en el Código Penal. En el Ayuntamiento, en cambio, todo se limita al vamos a llevarnos bien y a cantar el matarile, rile, rile, dónde están las llaves del control semafórico, chimpón.

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