ES muy peligroso que los gobiernos y los parlamentos estén cada vez más de espaldas a los ciudadanos. El Centro de Investigaciones Sociológicas indica que el 84% de la población teme seguir en el paro o caer en el desempleo, récord estadístico de preocupación, Está al dente el debate sobre los fuertes recortes que ajustarle al gasto público. Pero al presidente andaluz, José Antonio Griñán, lo que se le ocurre es lanzar un globo sonda sobre la creación de empleo en la Cámara autonómica mediante el aumento de escaños. Lo dice en aras a mejorar la representatividad de los partidos pequeños (IU, PA y UPyD), ahora que son la única opción para evitar que el PP logre hacerse con la Junta. Colócanos, Pepe Griñán, que también tememos estar en el paro. Qué bien, más políticos con su escaño, sus dietas, sus auxiliares, sus chóferes...

Ya comenté en estas páginas que el proceso es justo el contrario. Con la gran transferencia de políticos y técnicos a las instituciones europeas durante los últimos 25 años, en correspondencia a la cesión de soberanía nacional que se ha hecho en favor de Europa, hay que transformar la Ley Electoral para mejorar la representatividad de los partidos pequeños en cámaras nacionales y regionales que tengan menos escaños en su totalidad. Esta semana, la Comisión Europea le ha indicado al Gobierno español que suba la tarifa eléctrica y el IVA, y que baje las cotizaciones sociales, entre otras encomiendas para el Consejo de Ministros. ¿Qué diantres le hacen falta al campo andaluz más políticos en Sevilla limitándose a votar siempre lo que diga su partido, si todas las batallas negociadoras y normativas (pepinos, algodón, aceite, etcétera) hay que darlas en Bruselas?

Urende, en situación preconcursal. Isla Mágica, bajo ultimátum por sus continuas pérdidas. La Junta, despidiendo a su entramado laboral, amén de no cubrir bajas y vacantes. Y Griñán se va por los cerros de Úbeda para contentar a la tribu política. ¿Pretende reavivar las acampadas echando leña al fuego?