SÍ, soy un antiguo que aún recurre a pensar en pesetas cuando le quiero dar valor al dinero. Sé perfectamente lo que es un euro, tanto como 166,386 pesetas y ésa es la pauta que marco a la hora de hacer cálculos, de pensar si una cantidad es onerosa o, por el contrario, no alcanza los niveles deseados. Viene todo esto a cuento por las polémicas que se han montado en esa barra de bar multitudinaria llamada Twitter acerca de varios nombres propios relacionados con el Sevilla, y también con el PSG. Unai Emery y Krychowiak, en concreto.

¿Cómo se puede plantear siquiera que, por orgullo, el Sevilla debería haber renunciado a la cláusula de rescisión del entrenador vasco para cortar por lo sano después del acuerdo de éste con el PSG? Calculadora del móvil rápidamente y se multiplica 1,5 por 166,386. Resultado: 249,579, ¡250 millones de las antiguas pesetas! Eso querían algunos sevillistas que tirara el club al que dicen amar. Menuda irresponsabilidad de sus gestores.

Pero peor aún es todo lo relacionado con el interés de Emery y del PSG por el fichaje de Krychowiak. El incendio, cómo no, en el bar de las redes sociales fue de proporciones gigantescas. Que si el presidente del club había asegurado en algunas declaraciones..., que si esto, que si lo otro. Y, sobre todo, que 40 millones, en caso de llegar a esa cantidad, era poco menos que una pringá comparado con lo que se mueve en el fútbol actual. Como si el Sevilla tuviera la culpa de que el Manchester United, si es verdad, esté tan loco por pagar lo que dicen que abonó por Bailly, un futbolista de mucha menor categoría indudablemente. Idéntica operación que con Emery, app de calculadora en el móvil y se multiplica 40 por 166,386. Resultado: 6.655,44. ¡6.655 millones de pesetas! Claro que 45 millones, la cláusula fijada, son más que 40, hasta ahí se llega, pero el fútbol está definitivamente loco. Se le ha perdido el cariño al dinero.