Otra sugerente sabatina, pero ésta nos coge mucho más a mano. Cuatro horas vespertinas en las que se nos compacta apasionantemente el fútbol según Sevilla. Una tarde para que ambos se resarzan del último contratiempo, pues si el Betis caía en un partido de locura ante el Valencia, un Sevilla desconocido se atascaba en un campo que se le está atragantando desde su inauguración, tan reciente. Un gol ridículo fue esta vez el causante.

Todo empieza con la visita a Heliópolis del Alavés, un equipo que se parece bien poco al del curso anterior. Su casillero luce tres puntos tan sólo, pero fueron conseguidos a través de un partido modélico de principio a fin en el Ciudad de Valencia. Fue el día del cambio de entrenador, pero pronto volvió a las andadas, justo una jornada después, para caer sin paliativos ante la Real en Mendizorroza. Esto no quiere decir que quien venga sea un rival derrotado, claro que no.

En el Betis tranquiliza el regreso de Javi García a la par que inquieta qué solución le buscará Setién a la ausencia de Durmisi. Y no es por el rendimiento del danés, sino por la falta de recambios en esa posición, pero lo lógico es que este buen Betis que ha modelado Setién frene la sangría atrás y continúe con su pegada delante. Y cuando suene la última campana, el Sevilla comparece en Mestalla para contender con un Valencia espléndidamente cambiado por Marcelino.

Un Valencia que no conoce la derrota frente a un Sevilla que llega muy herido, ya que al tropezón de San Mamés sucedió la hecatombe de Moscú. ¿Qué habrá encontrado Berizzo en su sesera para virar la situación? Por lo pronto no ha podido contar con el fundamental N'Zonzi, sin el que se perdieron los dos últimos partidos. Y es que cuando el gigante tiró la toalla en San Mamés no se había movido aún el marcador. Sábado interesante y a ver si se recobra la buena senda.