Sesión doble y bien comprimida en esta sabatina para el fútbol según Sevilla. En el espacio de cinco horas saldremos de dudas respecto a qué deparó la jornada vigésima segunda de esta Liga. Dos partidos con el denominador común del pronóstico, incierto en ambos, aunque todo se abra con un duelo que debería calificarse de desigual. Y es que el hecho de que uno cuadruplique el presupuesto anual del rival debería simplificar las cosas, pero...

Es el caso del modesto Éibar ante el potentado Sevilla de los 200 millones de presupuesto que tanto gusta recordar a su presidente. Y concurre el equipo de Montella a su cuarta visita al País Vasco con el precedente de que fueron infructuosas las anteriores. Bilbao, Vitoria y San Sebastián escenificaron tres derrotas que dolieron en su momento, pero que hoy están paliadas por la excelente reacción que experimentó la tropa tras el sofocón de la noche de Reyes.

Parece que Montella apelará a ciertas rotaciones tras unas fechas en que hizo que el aficionado recitase de carrerilla la alineación. Cuatro puntos separan a ambos, poca cosa para el potencial de cada uno, cuando se citan en el siempre complicado y muy heterodoxo Ipurúa. Y una hora después, lejos de la influencia del General Invierno, el Betis recibe al Villarreal y aquí sí que refleja más diferencias la tabla. Diez puntos les separa y en el recuerdo aquella cita primera.

Aquel partido de Villarreal empezó bien y acabó fatal para el Betis. Una frivolidad de Adán ante Bacca le arruinaría la tarde al Betis de tal forma que aquello no se le olvida al personal. La incógnita es adivinar cuál será el comportamiento de ese rey de la irregularidad que es el Betis. De nuevo, las carnes abiertas por la fragilidad de un sistema defensivo que necesita más de rendimiento coral que individual. A las seis ya sabremos qué le pasó a Sevilla y Betis, se pleitea por poco, pues...