PALABRAS de Xisco tras ser eliminado el Betis de la Copa del Rey: "Con otro vestuario, ya estaríamos en Segunda". ¿Otro vestuario cómo? ¿Más malo o simplemente distinto? No queda claro qué ha querido decir el voluntarioso paisano de Nadal con eso de que con otros futbolistas ya habría el Betis descendido a Segunda División. Y convendría que explicase bien esa teoría, sobre todo por si no estuviésemos ante una simple hipótesis, sino ante una tesis llena de rigor. ¿Habrá querido decir Xisco que es el vestuario lo que mantiene en pie las cuadernas del club? Sería conveniente que el manacorí desvelase el enigma.

Y digo que convendría despejar la incógnita porque el Betis está metiéndose en ese mismo tobogán de sensaciones negativas de los últimos ejercicios y ya se sabe que no hay mal que cien años dure, pero seguro que no se inventó el cuerpo que lo resista. Pasa que está el Betis apurando demasiado su travesía por la cuerda floja y lo malo de todo es que la cuerda no tiende a tensarse sino a parecer más laxa cada día que pasa. Exceptuando la tarde grata de Valladolid, enero ha sido otro mes nefasto para el Betis y una vuelta a esa condena que vive su gente desde aquella frase lapidaria de "el Betis será lo que Lopera quiera" y que tan al pie de la letra va cumpliéndose.

¿Son los futbolistas lo más consistente del club? Xisco parece convencido de que así es según su sentencia. Y la verdad es que nunca es malo que los futbolistas sean lo mejor de cualquier institución, pues ellos, los futbolistas, son los únicos que tienen en sus pies encontrar la vía para una vida mejor, o peor. Esta tarde tiene una ocasión ese vestuario de confirmar que lo de Xisco no es hipótesis sino tesis, no suposición sino la conclusión que todos los béticos desean, que sus jugadores sean capaces de sacar al equipo de un atasco que se repite frecuentemente, tan frecuentemente que esas palabras del balear necesitan confirmación por vía de urgencia.