NADIE debe alegrarse de las desgracias ajenas, ése es el principio máximo de todo y parece rotundo que el Atlético fue ayer objeto de una manifiesta injusticia por parte de la UEFA. Hasta ahí todos de acuerdo, pero a partir de ese punto comienzan a chirriar muchos cojinetes por la manifiesta discriminación que se transmite hacia los dos clubes sevillanos, Betis y Sevilla, Sevilla y Betis, según guste a cada cual. ¿O éstos no fueron víctimas también de diversas cacicadas en su día?

Bastó con ver la pieza que montaron en el informativo de Antena 3 Televisión para sentir una indignación absoluta. Primero, hasta ayer apenas se había hablado sobre las denuncias que surgían desde Francia, con la intervención incluida del presidente Sarkozy; se había corrido un manto de silencio sobre todo. Desde ayer se sabe que los vándalos eran los ultras del Olympique y los angelitos, siempre son angelitos, pertenecen al Frente Atlético, que ni siquiera salían en las imágenes por lo buenísimos que son. Claro que sí.

Y el colmo llega cuando la Federación Española, la que machacó a Betis y Sevilla, Sevilla y Betis, con sus diferentes comités, pone sus servicios jurídicos a disposición del Atlético. Pero, claro, el periodista da en la clave cuando se despide aludiendo a los perjuicios hacia Madrid 2016. Piensa el ladrón que todos son de su condición, pues Sevilla ya sufrió esa campaña cuando peleaba con Madrid por la candidatura a los Juegos Olímpicos. Utilizando el grito habitual del Calderón de “sevillanos, yonquis y gitanos”, y sin caer en ningún tipo de racismo hacia éstos, esta vez los agraviados fueron ellos. El sur de España es Sevilla y el sur de Europa es Madrid.