EL papel se acaba en los tacos de calendario y se acumula en los cierres de ejercicio. En la bolsa se perfila la magnitud de las pérdidas y numerosas entidades andaluzas también remiendan los descosidos de sus inversiones en el mercado financiero norteamericano. Este es el caso de Cartera Andaluza, la sociedad de inversión de capital variable promovida por la CEA. En septiembre se deshicieron de sus hedge funds, los ahora temidos fondos de inversión que no están regulados por las autoridas financieras. En noviembre revocaron al banco Merrill Lynch como entidad gestora y le han traspasado las riendas al Santander y a Cajamadrid. Y en diciembre han celebrado estar ajenos al fraude de Madoff. Sin duda, sus gestores han aprendido mucho en los últimos seis meses sobre los riesgos en la inversión en renta variable y sobre la cara oculta de los mitos de Wall Street.

Cartera Andaluza cuenta con un capital inicial de 10 millones de euros y tiene 101 empresas asociadas (Sando, Azvi, Lamaignere, Morera&Vallejo, Dolmen, Bética de Construcciones, Híspalis de Formación, entre otras). Actualmente la renta fija supone el 40 por ciento de la inversión y la renta variable el 60 por ciento. Su patrimonio había llegado a ser de 12 millones de euros en 2007 y, según las últimas informaciones publicadas, ahora ronda los 7 millones.

El balance que han hecho desde Cartera Andaluza evoca el latiguillo por antonomasia del 2008: con la que está cayendo. "Teniendo en cuenta que se trata de un año complicado, esta sociedad se ha comportado mejor que la media del mercado, de forma que, dentro de lo que han bajado los índices y todos los mercados, hemos bajado menos. Seguimos manteniendo posiciones, siendo prudentes y selectivos en los valores, con la esperanza de que algún día cambiará la cosa, pero seguimos estando presentes en la bolsa y en los mercados".

Invierten, luego son.