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la ciudad y los días

Carlos Colón

Yo no la he visto en mi 'vía'

CON lo de la Torre Pelli no me aclaro, lo confieso. Es un proyecto autorizado y avalado por un Ayuntamiento socialista, llegando a viajar el alcalde a París para defenderlo ante la Unesco, que ahora los socialistas de la Junta utilizan para cargar contra el Ayuntamiento popular que, sin comerlo ni beberlo, se ha encontrado con el regalito.

El consejero de Cultura de la Junta, Paulino Plata, dijo ayer que no le parece bien que se pueda poner en peligro la declaración de Sevilla como Patrimonio de la Humanidad a causa de la Torre Pelli. Añadiendo que, al haber otorgado la licencia para su construcción, es el Ayuntamiento el que tiene que tomar la iniciativa en la interlocución con Cajasol. Es un enigma por qué desde la Junta no se le dijo al anterior alcalde -o hasta se le ordenó desde su propio partido- que no se otorgara la licencia; por qué cuando en Sevilla gobiernan los socialistas parece que a la Junta le duelen menos los atropellos que en cuestión patrimonial se produzcan; y por qué cuando gobiernan otros partidos se les despierta el seso y afina la sensibilidad.

Pero el caso es que sucede. Suelo recordar el cambio de actitud de la Junta ante las reformas de las plazas de San Pedro y de San Lorenzo, alterándose gravemente en los dos casos la fisonomía de tan importantes espacios. La primera fue prohibida y la segunda autorizada. ¿Porque un proyecto era más agresivo que otro o porque la de San Pedro fue planteada por los andalucistas y la de San Lorenzo por los socialistas? Quién sabe…

La Conversión de San Pablo que mañana se celebra es poca cosa comparada con estas conversiones de sensibilidades según quién gobierne. Los socialistas son muy dados a ver la paja en el ojo ajeno y no ver la torre de 178 metros en el propio. Cajasol dice que no se para. Y creo que hace bien. No porque yo sea defensor de los rascacielos o encuentre acertado el proyecto y su ubicación, sino porque inició las obras con todos los papeles en regla y porque en el dictamen -como el otro día recordó en estas páginas José Luis Manzanares- hay más agujeros que en el puente del Cachorro antes de que Zoido llegara.

Así que aquí nos tienen. A mí, como doña Concha, preguntándome: "¿Quién me compra este misterio? Adivina, adivinanza". Y a los socialistas y Monteseirín como Trini la Parrala cuando los jueces le preguntaban si conocía al hombre que había muerto a navajazos en una reyerta provocada por ella. Aunque el desdichado murió gritándole "por tu curpa ha sío", Trini la Parrala se limitó a decirle al juez: "Yo no lo he visto en mi vía, ni sé por qué lo mataban". Como los socialistas con la Torre Pelli.

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