TRADICIÓN de nuevo cuño, una innovación más que viene con los aranceles de la importación en regla. Se trata de la zambombá, palabro nacido en Jerez como denominación de origen para un flamenco navideño. Un flamenco a compás de bulería que tiene su origen en las callejas del jerezanísimo barrio de Santiago y que cuenta que los caminos se hicieron con agua, viento y frío. Los caminos que iban a Belén, se entiende. Bueno, pues de pocos años acá, la zambombá ha superado el fielato del Cerro del Fantasma y ha anidado en Sevilla para convertirse en una tradición más. Y, como en el barrio de Santiago, se cortan calles y se acotan plazas en los barrios y también en el centro, que este fin de semana proliferan por un lugar tan principal como San Lorenzo. Es otra costumbre de las muchas que vienen de fuera y que, en un momento dado, puede que hasta arraiguen y se conviertan en tradición, en una tradición más.