En la última Asamblea del Aula de Cultura solicité que el presidente se dirigiera a nuestro Ayuntamiento solicitando la cesión de uso de los materiales existentes pertenecientes al nonato museo del Carnaval, materiales de escaso/nulo valor crematístico pero de valor histórico y que representan la base documental del futuro museo.

La Fundación Casa-Museo 1884 del Carnaval de Cádiz y el Patronato que la rige existen, aunque no lo parezca. Las últimas reuniones tuvieron lugar antes de las elecciones municipales de las que saldría el actual equipo de Gobierno. No se ha disuelto, pues, y el presidente del mismo es, estatutariamente, el alcalde o alcaldesa de la ciudad. Las vicepresidencias corresponden a la Junta de Andalucía y a la Diputación de Cádiz. Los vocales son Unicaja, Cajasol, Asociación de Autores y Universidad de Cádiz. Quien esto firma tuvo el honor de ser secretario, representando a la UCA, durante varios años excepto en la última de las reuniones habidas en la que -a petición propia- fue sustituido en el cargo por el secretario del Ayuntamiento.

Desde entonces, y que uno sepa, la actividad ha sido nula. Pero como responsabilidad municipal que es, no se puede dejar morir de inanición por lo que toca reunir al Patronato y revitalizarlo según dispongan los patronos, procedimiento no aconsejable si a los antecedentes nos remitimos. Tal vez lo más sensato sea llevar a cabo la demolición controlada del Patronato y la Fundación, vía simbólico y consensuado hara-kiri. A partir de ahí el Ayuntamiento tendría las manos libres para crear, si fuese oportuno, otro patronato nuevo y distinto, o bien optar por otra fórmula organizativa distinta al modelo patronato, o simplemente echar el cerrojo a todo lo que sonase a Museo carnavalesco.

La comisión de liquidación que se nombrase tendría escaso que hacer puesto que no existe patrimonio inmobiliario alguno. El local-almacén es cedido y las reuniones tenían lugar en el Ayuntamiento. El único patrimonio que dispone el Museo son unos modestos fondos en alguna entidad bancaria y los mencionados existentes materiales inventariados, de los que habría que hablar en otra ocasión, y a los que me refería al principio abogando por la cesión al Aula de Cultura.

Finalmente formulamos tres deseos que estimamos necesarios.

1.- Esperemos que el Ayuntamiento tome cartas en el asunto y se haga cargo de los materiales, que pueden sufrir expolio o experimentar un progresivo deterioro.

2.- Esperemos también que el Aula de Cultura, si no lo ha hecho ya, solicite al Ayuntamiento la cesión temporal de dichos materiales y

3.- esperemos, finalmente, que el presidente de la Fundación tome posesión del cargo y se decida qué hacer en una nueva etapa que deseamos sea fructífera puesto que existen tanto responsabilidad sobre el futuro del Museo cuanto necesidad social de la existencia del mismo.