Aunque muchos que los proyectos que tiene sobre la mesa el comisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) tienen sus días contados porque no cuentan con la concesión de agua necesaria para su funcionamiento, dos de los proyectos más importantes de la provincia no tendrán problemas para su desarrollo. Se trata de las iniciativas de Abengoa y la eléctrica Iberdrola en el término municipal de Sanlúcar la Mayor, que ya tienen resuelto el suministro del agua desde hace tiempo gracias a una solución surgida de la catástrofe ecológica de Aznalcóllar.

Ambos proyectos tienen aprobada en la CHG una de las pocas concesiones de agua que se han otorgado recientemente gracias a los recursos hídricos que se han obtenido a través de la presa del río Agrio, que hasta hace unos años era utilizada por la empresa minera Boliden, pero que quedó sin uso tras la rotura de la balsa de residuos. Después de un tiempo sin uso, la Confederación resolvió el pasado año el reparto de esta agua en tres partes. Dos de ellas fueron concedidas a los proyectos que Abengoa e Iberdrola están desarrollando en el término municipal de Sanlúcar la Mayor y que representan dos de las iniciativas más importantes dentro de este sector.

La tercera parte del agua de esta presa fue concedida a la comunidad de regantes de Aznalcóllar, que en un principio pedía la totalidad del agua de este embalse para la creación de unas 5.000 hectáreas de regadío como impulso para el desarrollo económico de la comarca, aunque finalmente la Confederación consideró que esta cantidad era excesiva y sólo autorizó unas 2.000 hectáreas y una parte del agua de la presa.