dos hermanas

Adepa denuncia al Ayuntamiento y a la Junta por el expolio de Ibarburu

  • La asociación asegura que ambas administraciones conocían la mala situación de la finca

Estado de la Hacienda Ibarburu.

Estado de la Hacienda Ibarburu. / juan carlos muñoz

La Asociación para la Defensa del Patrimonio Histórico de Andalucía (Adepa) ha denunciado al Ayuntamiento de Dos Hermanas y a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía "por la destrucción y el expolio" de la finca Ibarburu, declarado Bien de Interés Cultural en 2002, al considerar que ambas instituciones eran conocedoras del estado de deterioro de la Hacienda, situada en el término municipal de Dos Hermanas, y que "ostentaban la obligación legal de adoptar las medidas necesarias para conservar este monumento".

Los escritos de Adepa, que fueron presentados ayer en ambas administraciones públicas, se unen a la denuncia interpuesta ya en una comisaría de policía por un historiador y dos arquitectos y a la que la delegación territorial de Cultura de la Junta de Andalucía presentó también en la Policía Nacional. Todo ello ha hecho que el caso llegue hasta la Fiscalía, tal como adelantó este periódico.

La Hacienda, que data del siglo XVIII, es uno de los ejemplos arquitectónicos más destacados de las fincas de olivar del ámbito sevillano. En Ibarburu se han perdido ya elementos irrecuperables. El principal destrozo que ha sufrido está en la fachada mirador del señorío (residencia noble), que tenía dos cuerpos con arcadas sobre columnas de mármol genovesas, además del derribo de una doble logia al tratar de arrancar los expoliadores, la sustracción de valiosos azulejos trianeros y el destrozo de otros muchos paños de principios de siglo, así como fuentes, tinajas y rejería, según recoge la denuncia de Adepa, que alerta del "grave riesgo de pérdida" que corre una de las últimas prensas de viga que se conservan. La vigilancia instalada por la junta de compensación de la finca frena por ahora la destrucción y robos en esta hacienda abandonada.

La asociación asegura que el Ayuntamiento nazareno "era pleno conocedor" de la situación de la Hacienda. Una prueba de ello es que desde 2004 se ha debatido en varias ocasiones en el seno del Pleno municipal la expropiación de la finca y la creación de una comisión para analizar sus usos, sin que prosperaran ninguna de las actuaciones. Para Adepa, el gobierno local "ha hecho dejación de las funciones de conservación y promoción que le encomienda la Constitución, así como las normativas estatales y autonómicas de protección del patrimonio".

Adepa también cree que la Consejería de Cultura conocía esta situación y que tampoco tomó las medidas necesarias para la conservación de la finca, tal como le obliga la ley, y exige a la Junta que "obligue a los propietarios a la restitución del bien en sus condiciones originales, rehabilitando y restaurando la Hacienda Ibarburu", que ejecute "estos trabajos subsidiaria o directamente" o que imponga una multa coercitiva a los propietarios "por su negligencia", del mismo modo que se actuó "hace unos meses con la congregación de las monjas del convento de Santa Inés en relación con la restauración sin autorización de las mismas del órgano de la leyenda de Maese Pérez (Bécquer)".

Una parte de esta finca fue adquirida por la promotora inmobiliaria Level en 2005 y otra sigue perteneciendo a la familia Pickman, que la compró en 1903. No obstante, estos últimos han explicado a este periódico que no reciben notificación alguna referente a la finca desde hace años y que el Ayuntamiento de Dos Hermanas tampoco se ha puesto en contacto con ellos para buscar alguna salida a la situación de la hacienda. Según la familia, no hay interés tampoco por parte de Level para comunicarse con ellos.

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