Alcalá de Guadaíra

Condenado a nueve años por amenazar de muerte y agredir a su esposa delante de su hijo menor

  • J.L.A.C. no podrá acercarse a su mujer en 15 años. Amenazó a su hijo con cortarle el cuello y partirle una pierna.

El Juzgado de lo Penal número 4 de Sevilla ha condenado a un hombre, identificado como J.L.A.C., a nueve años de cárcel y a 15 años de alejamiento por amenazar de muerte y agredir reiteradamente a su esposa con una toalla humedecida con agua delante de su hijo menor de edad, todo ello además teniendo en vigor una orden de alejamiento respecto a la víctima. 

En la sentencia, el magistrado Rafael Díaz Roca considera probado que el acusado contrajo matrimonio en 1979 con la víctima, J.J.M., teniendo ambos tres hijos en común fruto del mismo, y añade que la convivencia "empezó a deteriorarse" desde el principio, "dando lugar a frecuentes discusiones que degeneraron en fecha indeterminada en un trato despectivo y vejatorio del acusado". 

Además, y "al no contribuir de forma suficiente al sostenimiento familiar", el condenado "ha obligado a la perjudicada a tener que acudir a organizaciones de ayuda, con insultos y agresiones ocasionales hacia su esposa, si bien ésta no interpuso denuncia" hasta el 30 de abril de 2006 con motivo de uno de tales episodios. "El tipo de convivencia descrito ha provocado una situación constante de temor y depresión en la víctima", puntualiza. 

Asimismo, el día 12 de febrero de 2010 la afectada interpuso otra denuncia contra el acusado en base a una amenaza de muerte presuntamente recibida sobre las 19,00 de tal día, un hecho que propició que el un juzgado de Alcalá de Guadaíra acordara una medida cautelar de alejamiento del imputado respecto a su esposa, por la que se prohibía al acusado acercarse a la misma, a su domicilio o centro de trabajo a menos de 500 metros. 

Quebrantó la orden de alejamiento

Posteriormente a la adopción de la medida referida, el acusado ha llevado a cabo otra serie de actuaciones; así, y tras abandonar el domicilio familiar el 12 de febrero de 2011 a consecuencia de la orden de alejamiento dictada, el acusado, "en al menos cuatro ocasiones hasta primeros de mayo de 2010, volvió a dicho domicilio aprovechando que tenía las llaves del mismo y del temor que inspiraba en su esposa".

Concretamente, sobre las 1,30 del día 8 de julio de 2010 el procesado se dirigió nuevamente al domicilio de su esposa y, tras una discusión en la que el condenado la insultó y la amenazó de muerte, éste "cogió una toalla del aseo de la vivienda y tras humedecerla comenzó a golpearla fuertemente en la cabeza, espalda y rostro, propinándole además golpes por todo el cuerpo". Además, en la vivienda se encontraba el hijo menor de ambos, "quien tras oír los gritos de su madre salió de la habitación contigua y salió de la vivienda para dirigirse a dependencias policiales a dar cuenta de lo que acontecía". 

Mientras tanto, la perjudicada intentó salir de la vivienda, "impidiéndoselo el acusado, que la cogió del cuello y con un brazo que llevaba escayolado le dio un golpe en el ojo izquierdo obligándola a quedarse en la vivienda hasta la llegada de los agentes policiales, que se produjo sobre las 2,15 horas, que detuvieron al acusado". 

Tras ello, el juzgado agravó la medida cautelar de alejamiento que pesaba sobre el acusado desde 2010 en el sentido de prohibir al mismo el acudir y residir en la localidad de Alcalá de Guadaíra, siendo la medida de efecto inmediato y notificada con tal fecha al acusado. Pese a ello, el acusado continuó acudiendo a la localidad "con asiduidad", frecuentando el domicilio de su esposa hasta decidir con fecha 21 de mayo de 2011 volver a instalarse de nuevo en el domicilio, "sin que su esposa e hijo denunciaran la situación por temor a la reacción del acusado".

Amenazó a su hijo con cortarle el cuello

Así, mientras se encontraba en la vivienda dicho día y en hora indeterminada y tras una discusión con su hijo, le sacó un cuchillo y, tras blandirlo frente a él, "le dijo que le partiría una pierna y le cortaría el cuello si él o su madre volvían a avisar a la Policía".

Igualmente, en torno a las 6,00 horas del día 26 de mayo de 2011, se originó una nueva discusión en el domicilio entre acusado y víctima, en el transcurso de la cual, "tras llamarla chivata y traidora, la empujó varias veces hasta hacerla caer al suelo". A continuación, la agarró del pelo y la arrastró por todo el piso "diciéndole que la iba a matar". 

El acusado, tras volver a coger su esposa del pelo tras zafarse ésta momentáneamente, la condujo al salón para obligarla a sentarse en el sofá existente en el mismo. Allí, cogió un rollo de cinta americana y, tras amordazarle con ella para impedirle pedir auxilio y marcharse como ella quería, la ató por los tobillos y las muñecas hasta inmovilizarla completamente, todo ello al tiempo que le decía "que se iba a enterar la gente porque iban a morir todos".

Amenazó con hacer explotar una bombona de butano

Acto seguido, el condenado cogió una bombona de butano y, tras colocarla junto a la perjudicada, "empezó a sacar gas de la misma presionando la válvula con un capuchón de un bolígrafo", momento en el que cerró las puertas y ventanas y, tras prender un mechero, "lo acercaba a la cabeza de la bombona al tiempo que fumaba y decía a su esposa que pondría una colilla al lado de la bombona y que reventaría con la misma, provocando en su esposa un fuerte temor a perder la vida y dificultades respiratorias debido al gas y a la mordaza que llevaba". 

En ese momento, se despertó el hijo de ambos y acudió a Comisaría a denunciar el hecho. Los agentes se personaron inmediatamente en la vivienda, procedieron a abrir las puertas y ventanas por el fuerte olor a gas que percibieron, y detuvieron al acusado. Éste, al advertir la inminente intervención policial, desató a su esposa y cerró la bombona de butano.

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