La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a seis años de cárcel a un hombre de 52 años, cuyas iniciales son J.A.R.M., que le quemó la cara a su ex yerno, M.P.S., al rociarle con aguafuerte en una gasolinera ubicada en el término municipal de Alcalá de Guadaíra (Sevilla).

La sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, considera probado que sobre las 12.00 horas del 27 de septiembre de 2003, el procesado y la víctima, quien había sido compañero sentimental de una hija del inculpado, coincidieron en una estación de servicio.

En ese momento, una vez que la relación se había roto cuando la joven se encontraba embarazada de cuatro meses, existían "tensiones familiares". Por ello, el imputado cogió un bote de aguafuerte que llevaba en la bicicleta y, tras hacer el intento de beber, le arrojó el contenido de la botella a la cara del ex novio de su hija.

El magistrado añade que el joven, "al notar como le quemaba", salió corriendo, si bien, J.A.D.M. salió corriendo detrás de él y continuó echándole el líquido por la espalda al tiempo que le decía: "Te voy a matar". El herido consiguió detener a un vehículo, que lo trasladó a un centro hospitalario, donde estuvo ingresado dos días.

M.P.S. tuvo graves heridas en la cara que tardaron en curar casi ocho meses, aunque le han quedado como secuelas la práctica anulación de la visión --un 90 por ciento-- del ojo derecho y la irritación del párpado inferior derecho con sensación de picor.

Por tales hechos, el juez ha condenado a J.A.D.M., como autor responsable de un delito de lesiones, a la pena de seis años de prisión, así como al pago de 45.316 euros a la víctima en concepto de indemnización.