El torero José Ortega Cano lleva tres días sin fiebre, aunque continúa en la UCI del Hospital Virgen Macarena, a la espera de que en los próximos días le puedan operar del tobillo, lo que confirmaría que su estado ha entrado en una fase de mejoría, explicó ayer a Efe un familiar del diestro.

La palabra más repetida por los médicos a la familia es "estabilidad" después de que haya desaparecido la fiebre, dijo la fuente, precisando que, "no obstante, hay que dejar pasar algún día más, o algunos, para ver la evolución. Lo importante es que, aún siendo muy poco a poco, podemos seguir confiando en esa buena evolución".

El familiar de Ortega Cano se refirió a "la posible traqueotomía de la que algunos medios de comunicación han hablado sin mucho fundamento, pues decir que le van a intervenir de nuevo para eso, parece que es como si hubiera empeorado, y no es así", indicó.

Insistió en que harían al torero "la traqueotomía si sigue necesitando de un tubo para respirar, y sería sólo para aliviarle ese estado, como previsión de que pueda dañarle alguna cuerda vocal. Sólo eso".

"Pero hay que esperar a lo que digan los médicos, que por cierto tampoco nos han informado de ningún protocolo de posibles intervenciones para los próximos días", concluyó.

Ortega Cano acumula ya dos semanas en una situación clínica de gravedad pero dentro de la estabilidad, sin grandes cambios diarios, según se puede comprobar en los distintos partes médicos facilitados por el Hospital Universitario. No obstante, los familiares ya comentaron desde hace días que el diestro ya ha abierto los ojos y, según dicen, ha podido reconocer a los seres queridos que lo acompañan.