La jura en el cargo de los ocho nuevos agentes que prestarán su servicio en la Policía Local de Alcalá de Guadaíra, que alcanza así los 99 funcionarios, sirvió ayer al gobierno local socialista para escenificar el pase de página en la polémica en la que se ha visto envuelto el responsable político del cuerpo y de la delegación de Tráfico, el edil Manuel García Torres, que fue sorprendido el día de las elecciones europeas, la última jornada de feria, conduciendo con el doble de alcohol permitido. García Torres estuvo presente en un acto que presidió el propio alcalde, Antonio Gutiérrez Limones. Aunque el PP se resiste a dejar pasar el asunto y, en un comunicado, lamentó ayer que no se la haya invitado a la jura, algo que era habitual en otros mandatos.

Para el portavoz popular, Javier Jiménez, "es triste que el gobierno socialista aplique su rodillo político en situaciones como ésta", dijo, y confió en que "no haya sido una represalia del delegado de Seguridad en relación con la petición del PP al alcalde para que lo destituyera después de conducir ebrio cuando se encargaba de controlar el dispositivo de seguridad de la feria y las elecciones europeas". Jiménez entiende que "este hecho sería muy grave ya que las cuestiones institucionales no se deben politizar y hay que separar lo institucional".

Polémicas al margen, los ocho jóvenes agentes estuvieron acompañados de sus familias durante la entrega de sus placas. En el comunicado, el Ayuntamiento destacó además que recibieron la felicitación del alcalde, que subrayó la importancia de la vocación en esta actividad. "La cercanía que genera la Policía Local con los ciudadanos permite hacer de Alcalá una ciudad más segura y es precisamente una ciudad segura la que se atreve a hacer y generar empresas y proyectos mayores para el futuro", dijo. Con ellos, ya son 99 en plantilla.

Antes de jurar su cargo estos nuevos agentes han realizado sus estudios en la academia y sus prácticas en la ciudad por un periodo de unos nueve meses.