Sevilla es la provincia andaluza más afectada por la pérdida y robo de tarjetas de crédito, ya que alcanza el 28,7% de todos los incidentes registrados en Andalucía, un índice que ha aumentado casi un 5%, desde el 23,14% registrado en 2007 al 28,7%de 2008.

Según un estudio realizado por la compañía CPP Protección y Servicios de Asistencia, con respecto a los ciudadanos, el informe pone de manifiesto el alto índice de casos que se dan en los hombres, ya que ellos son los protagonistas en el 62% de los incidentes con tarjetas, frente al 38 por ciento de las mujeres.

En relación a las causas, los robos, el 52%, se constituyen como el principal motivo para la desaparición de las tarjetas de los bolsos y carteras de los sevillanos, mientras que el 48% restante se debe a pérdidas de dinero de plástico.

Concretamente en los robos, los datos recogidos presentan un mayor número de hurtos de cartera, un 53%, que de bolsos, un 47%; sin embargo, la diferencia entre carteras y bolsos es mayor en el caso de las pérdidas, en las que las carteras son las protagonistas en el 77% de los incidentes registrados frente a los bolsos.

Según el estudio, en los últimos días, en Sevilla se han registrado delitos con tarjetas a cargo de una organización especializada en la clonación de tarjetas y cuya actividad delictiva consistía en extraer efectivo en cajeros automáticos con tarjetas clonadas, por lo que, no sólo pueden estar en peligro las tarjetas, sino también la identidad de las víctimas.

Además del robo de la cartera o del bolso, otras vías frecuentes para la obtención de datos que pueden acarrear un robo de identidad son los fraudes online, cada vez más extendidos, como el 'pharming' o el 'phishing', con los que los cibercacos obtienen los datos que necesitan de su víctima.

Para evitar el hurto o pérdida de las tarjetas, y el consiguiente robo de nuestra identidad, la compañía aconseja, entre otras recomendaciones, asegurarse de la devolución de la tarjeta después de realizar un pago, no dejar bolsos y carteras a la vista y revisar los cajeros y prestar atención a la gente que merodea alrededor.