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corredor de la plata

El acosador de las ciclistas

  • Cuatro triatletas denuncian a un exhibicionista que persigue a las mujeres que circulan en bicicleta por la N-630

  • El juez archiva la acusación al no considerar esta acción un delito

Una de las ciclistas denunciante en la N-630.

Una de las ciclistas denunciante en la N-630. / M.G.

El pasado 13 de abril, Jueves Santo, tras varios días enferma, Alba decidió salir por la mañana en bicicleta desde Sevilla por la N-630 dirección El Ronquillo, una carretera tranquila de la comarca del Corredor de la Plata que muchos ciclistas usan para entrenar por la baja intensidad del tráfico y su relieve montañoso. A la altura de la salida de la localidad de Santiponce, un turismo de color granate adelantó a la joven "demasiado cerca" y a gran velocidad, pero ella no prestó atención hasta que el mismo vehículo regresó en dirección contraria, y tras rebasarla, dio la vuelta de nuevo, tocando el claxon y aminorando la marcha para circular en paralelo a la ciclista. "Conducía con la mano en el volante y otra en sus genitales y no dejaba de mirarme de forma lasciva", denuncia esta mujer.

El conductor se cruzó con la deportista hasta en doce ocasiones, más las veces que estacionó su coche en el arcén o en una isleta de la carretera. Éste se bajaba del vehículo o permanecía sentado dentro masturbándose mientras esperaba que ella cruzase por delante.

Nerviosa, Alba decidió darse la vuelta y regresar a Sevilla antes de terminar su entrenamiento. Paró a un par de ciclistas masculinos, que le acompañaron hasta el desvío de La Algaba. Poco después, el coche volvió a adelantarla. "No sabía qué hacer. Tenía miedo, y le mandé un mensaje de audio a mis amigas por WhatsApp por si me pasaba algo", relata la ciclista. El acosador estuvo una hora y media persiguiéndola.

Antes de denunciar los hechos en la comisaría, Alba publicó en su Facebook un vídeo advirtiendo a otras ciclistas de este conductor, indicando el color, la marca y la matrícula del coche. El vídeo se hizo viral, pero no todo fueron muestras de apoyo. También recibió muchas críticas y la acusaron de mentir para "conseguir patrocinadores", obligándola a aumentar la privacidad de su Facebook. Sin embargo, este vídeo ayudó a otra ciclista sevillana, María José L., que fue acosada el domingo 14 de mayo por el mismo conductor a la altura de Las Pajanosas.

Al menos cuatro mujeres, todas triatletas, han denunciado haber sido acosadas por un conductor de entre 30 y 35 años en la N-630 en el último mes. Todas coinciden en el modelo, matrícula y color del turismo y lo han reconocido después de que la Policía les mostrara una decena de fotografías, siendo identificado como un vecino de un municipio sevillano de la Vía de la Plata.

"Tengo la matrícula grabada a fuego", asegura María José L., que entrenaba para un medio Ironman cuando se encontró con el exhibicionista antes de llegar a la gasolinera de Las Pajanosas. Según relata en su denuncia, tras adelantarla, el conductor se paró en el arcén por el que ella circulaba. El joven la estaba esperando sentado en su asiento, con la puerta abierta. Se había bajado los pantalones hasta las rodillas y se estaba masturbando mientras la miraba fijamente. "Había visto el vídeo de Alba y pude identificarlo", comenta María José L., que se cruzó con el acosador hasta en cuatro ocasiones. "Saqué el móvil para grabarlo pero con los nervios no atinaba y él huyó antes de que pudiera grabarlo".

Las ciclistas acosadas alertan con vídeos y mensajes en internet sobre el exhibicionista

La triatleta compartió su experiencia en una red social para deportistas llamada Strava, pero, aunque recibió numerosas muestras de apoyo, también hubo quien criticó su actitud. "Algunos me dijeron que si lo hacía público, el hombre podría cabrearse y atacar a más mujeres, que pensara en las consecuencias de mi denuncia, pero yo no quiero vivir con miedo", asegura María José L. "Tengo una hija de 18 años que está empezando a hacer triatlón y no puedo decirle que no salga a entrenar. Tengo que darle ejemplo", comenta.

El conductor exhibicionista no acosa sólo a las mujeres por las mañanas. Sandra, otra triatleta, se topó con él el Viernes Santo a las cinco y media de la tarde en la salida de Santiponce de la N-630. "Estaba de pie junto a su coche, de espalda. Yo pensaba que estaba orinando, pero al pasar con mi bici, se dio la vuelta. Se estaba masturbando". El conductor la persiguió y, antes de llegar al desvío de Guillena, la empezó a llamar. Asustada, decidió regresar a Sevilla pero lo volvió a ver al final de una cuesta parado. En ese momento, se encontró con tres ciclistas que tras, contarle lo sucedido, la acompañaron de regreso a Sevilla.

Al menos ya hay cuatro denuncias, pero, pese a la identificación del acosador, dos han sido archivadas por el Juzgado de Instrucción número 5 de Sevilla, que no considera "justificada la perpetración de delito", decretando el "sobreseimiento provisional". El delito de exhibicionismo y provocación sexual sólo se considera como tal si las acciones obscenas se realizan delante de un menor o personas con discapacidad según el artículo 185 del Código Penal. Según explica la abogada Laura Montes, antes de la reforma del Código Penal que entró en vigor en 2015, este tipo de conductas podían incluirse dentro de la antigua falta de vejaciones. Ahora, ya no existe este tipo de faltas, sino un delito leve de vejaciones que exige una relación previa de amistad o familiar entre la víctima y el acosador, "por lo que no hay posible reproche penal sobre este tipo de conducta".

"¿Si no nos toca o no nos viola, no se puede hacer nada? ¿Tiene que ocurrir una desgracia para que la Policía o la Justicia haga algo?", se pregunta Sandra, una de las denunciantes. "Ya no es sólo por el exhibicionismo. Este conductor puede provocar un accidente", concluye la triatleta.

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