Una decena de afectados por las inundaciones que azotaron a finales de 2010 la provincia sevillana, con especial incidencia en localidades como Écija o Lora del Río, presentan hoy las reclamaciones administrativas por los perjuicios derivados de las riadas y lo que consideran una mala gestión del problema de las administraciones.

El abogado del colectivo, Fernando Osuna, explicó que "tras muchos problemas relacionados con la documentación", finalmente este paso podrá llevarse a cabo justo cuando al día siguiente se cumple un año del comienzo de las inundaciones -en la madrugada del 7 de diciembre de 2010-, plazo límite para presentar las reclamaciones.

Osuna indicó que las negociaciones para abaratar algunas de las pruebas periciales -dado el escaso poder adquisitivo de los afectados- han retrasado la presentación de las reclamaciones. En el caso de Écija, los afectados remitirán sus reivindicaciones al Ayuntamiento astigitano, así como a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta y al Ministerio de Fomento, dado que "la responsabilidad puede ser compartida".

"El desembalse fue bastante torpe y desafortunado en una época en la que empezó a llover con mucha contundencia", señaló el letrado, que incluye los daños psicológicos y morales -"hay gente que no duerme bien"-, así como el lucro cesante por vivir en pisos "depreciados" por estar construidos sobre zonas susceptibles de inundación.