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La basura recogida durante el Rocío supera ya los niveles previos a la crisis

  • Se han retirado 154 toneladas de los caminos y zonas de acampada de Sevilla, un 30% más que en 2015 tras la bajada del año anterior por la lluvia

  • El dispositivo cuesta más de 54.000 euros

Una imagen de archivo de restos en una zona de acampada de Aznalcázar, antes de la limpieza manual.

Una imagen de archivo de restos en una zona de acampada de Aznalcázar, antes de la limpieza manual. / D. S.

Dentro del dispositivo del Plan Romero, la Diputación de Sevilla es la que se encarga, entre otras cosas, de la recogida de residuos, un trabajo que arranca semanas antes de la peregrinación, con la colocación de cubas y papeleras en los seis municipios de la provincia por los que pasa el grueso de las hermandades, y que culmina días después del regreso, con la recogida manual de los restos dispersos. Y, una vez rematado todo el proceso este año, se ha confirmado que la romería de 2017 ha sido una de las que más basura ha generado, no sólo de los últimos años, sino incluso de los previos a la crisis. Este hecho se relaciona directamente con el aumento de afluencia de personas a la romería y con un mayor consumo en la misma.

En concreto y según los datos de la Diputación Provincial, este año se han recogido junto a los caminos y a las 28 zonas de sesteo y pernocta habilitadas para las hermandades 154 toneladas de residuos urbanos, tanto en las cubas que se colocan expresamente, como en la limpieza manual posterior de los restos que quedan dispersos. Esa cifra supone casi el doble que el año pasado, cuando fueron 81,80 toneladas, aunque el salto no puede considerarse como indicativo, porque en 2016 llovió mucho durante el camino y eso dejó a mucha gente en casa.

La recogida manual de restos dispersos acabó el 30 de junio, semanas después de la romería

Pero si la comparación se hace con 2015, cuando también acompañó el buen tiempo como en este 2017, la basura recogida se ha incrementado en un 30% y ya entonces la cifra fue la más alta desde que empezó la crisis, con un incremento del 41% con respecto al año anterior. Antes de 2008, la Diputación venía recogiendo de media en estas zonas unas 100 toneladas, una cifra que se ha visto superada de largo. En 2013 fueron 70 toneladas y en 2014, 84.

A este dipositivo, el organismo provincial ha destinado algo más de 54.000 euros, una cantidad similar a la de otros años. Se contrata expresamente a una empresa, que ha sido de nuevo Llopis Servicios Ambientales. En el dispositivo de limpieza han participado unos 25 trabajadores, entre operarios, conductores, mecánicos, administrativos y técnicos. Los trabajos arrancaron el viernes 26 de mayo, casi diez días antes del camino de ida a la aldea del Rocío, con el reparto de cubas y papeleras en distintos puntos de los términos municipales de Coria del Río, La Puebla del Río, Villamanrique de la Condesa, Aznalcázar, Bormujos y Bollullos de la Mitación. Algunas de estas zonas son espacios protegidos, como ocurre con los Pinares de Aznalcázar, municipio que sigue litigando con la Junta para defender su ordenanza para estos pinares y que, entre otras cosas, incluye que las hermandades deban pagar una fianza por acampar en la zona, que se les devolvería si no dejan restos, junto a otras tasas por el paso de vehículos a motor.

Para la recogida de residuos, la Diputación ha colocado este año 90 cubas y se han empleado diez vehículos de intervención directa. Una vez retiradas, se desarrolla la limpieza manual, que este año han finalizado el 30 de junio, más de tres semanas después de que las últimas hermandades realizaran el camino de vuelta.

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