Violencia machista

El jurado declara culpable al parricida de Alcalá por matar a su mujer a puñaladas y con la tapa del inodoro

  • El veredicto confirma los malos tratos y rechaza que la mujer atacara antes al acusado con una navaja.

El presunto parricida, a la salida de los juzgados de Alcalá de Guadaíra.

El presunto parricida, a la salida de los juzgados de Alcalá de Guadaíra. / Víctor Rodríguez

El jurado popular ha declarado por unanimidad culpable de un delito de asesinato y de malos tratos al parricida de Alcalá de Guadaíra, Mario Calderón Márquez, que mató a su esposa, María del Águila Pérez, de tres puñaladas y golpeándola hasta en nueve ocasiones con la tapa del inodoro, hechos que ocurrieron en la vivienda del matrimonio en la madrugada del 3 de junio de 2015.

El veredicto del jurado hecho público este viernes declara probado por unanimidad de los nueve miembros que poco antes de las dos de la madrugada del 3 de junio de 2015, el acusado se dirigió a su esposa y con intención de matarla le asestó tres puñaladas con una navaja y a continuación le asestó varios golpes con la tapa del inodoro, lo que le provocó diversos traumatismos y la muerte.

El jurado también ha declarado probado por unanimidad que el ataque del acusado a su esposa fue por "sorpresa e inesperado", persiguiéndola hasta el cuarto de baño, sin que la víctima "pudiera defenderse por lo inesperado y violento del ataque".

De la misma forma, ha declarado probado el delito de maltrato habitual, por las vejaciones, insultos y amenazas infligidos a la mujer durante años, y relata asimismo un incidente ocurrido en 2008 cuando la mujer fue arrastra por los pelos por el acusado, pero al final no mantuvo la denuncia "por miedo o dependencia económica".

El jurado ha descartado la versión del acusado, según la cual, habría sido la mujer quien le atacó primero con la navaja, y también que la víctima se hallara abrazada a un hombre antes de comenzar la agresión que desembocó en la muerte.

Al término del juicio, tanto la Fiscalía como las acusaciones particulares han pedido una condena de 23 años de cárcel para el acusado, mientras que la defensa ha pedido que se le imponga la pena mínima.El acusado explicó en su declaración que aquella madrugada se levantó y vio al fondo del pasillo a su mujer, María del Águila Pérez, que estaba “agachada y abrazada a otro hombre” –siempre según su versión que el jurado ha descartado rotundamente-. La mujer le dijo a esta otra persona que se marchara y a continuación, ha proseguido el acusado, María del Águila cogió una navaja y le hizo “retroceder” hasta que en un momento ya no pudo seguir echándose hacia atrás, y fue entonces cuando recibió tres puñaladas en una mano, una rodilla y un testículo.

A partir de ese momento, la nada. El acusado dice que ya no recuerda lo que ocurrió hasta que vio a su esposa tumbada en el suelo del cuarto de baño y ensangrentada. Él se encontraba “mal, raro”, ha aseverado, y a continuación intentó llamar a la Policía pero no sabía el número, por lo que decidió llamar a su hermano, al que le comentó que su esposa estaba “tumbada y no se movía”.

Cuando ha sido interrogado por las puñaladas que propinó a la víctima y los golpes en la cabeza con la tapa del inodoro, Mario Calderón ha dicho que no se acuerda de nada, aunque ha añadido que no ha golpeado a su mujer “en su vida”, negando igualmente que en el año 2008 le tirara de los pelos, así como las distintas amenazas que le atribuyen las acusaciones.

El acusado ha dicho que desde el año 2013 grababa las conversaciones de su esposa porque "temía por su vida", y ha afirmado que su mujer le agredió en varias ocasiones y él “nunca” la maltrató.

Sobre una denuncia por haber golpeado a su hija, el acusado ha dicho que había bebido más de la cuenta y le dio “un cachete”, pero ha insistido que en los 27 años de matrimonio nunca insultó a su mujer ni a su hijas, dado que “sólo intentaba rebatir y explicar su punto de vista” cuando tenían alguna discusión. El acusado ha insistido en que sufre pérdidas de memoria y ha dicho que padecía una depresión por un accidente laboral.

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