tomares

Los desalojados por el riesgo en la cornisa recurrirán las bases de las ayudas

  • Están ultimando el escrito, tras comprobar que sólo dos de las once familias afectadas podrían acogerse

  • La ladera ha vuelto a moverse levemente, según los medidores de la comunidad

Una imagen de las viviendas que ya han sido desalojadas en la ladera.

Una imagen de las viviendas que ya han sido desalojadas en la ladera. / josé ángel garcía

Los vecinos de Tomares desalojados de sus casas en la urbanización Sport Aljarafe ultiman un escrito para recurrir las bases de las ayudas que aprobó el Ayuntamiento en el Pleno del 16 de marzo, el mismo en el que se dio cuenta de la activación del plan municipal de emergencias por el riesgo "real" e "inminente" de deslizamiento de la ladera en la que está la barriada, colindante al polígono comercial de El Manchón. Según uno de los afectados, han tomado la decisión tras comprobar que, tal y como están, sólo dos de las once familias afectadas podrían acogerse a las mismas. El resto, por distintas razones, se quedaría fuera, en contra de lo que se les trasladó en un principio.

Destacan varios aspectos: como el hecho de que sólo se puedan beneficiar de las ayudas al alquiler los vecinos que sigan en Tomares, cuando hay familias que han tenido que buscar alojamiento en el entorno por los altos precios en la localidad, que se verían excluidas. Asimismo, se pide un año mínimo de empadronamiento. En las bases, también se excluye a los afectados que puedan tener otro domicilio a menos de 30 kilómetros de Tomares, cuando hay algunos que lo tienen, pero alquilado y precisan de esos ingresos en sus actuales circunstancias. Por otro lado, lamentan que las tres líneas de ayudas -al alquiler, a la mudanza y al guardamuebles- sean incompatibles entre sí y no complementarias y tienen dudas además sobre el carácter retroactivo de las mismas y de otras medidas que tienen que ver con el pago del IBI, por ejemplo.

El plan municipal de emergencias se activó el 10 de marzo, tras conocerse los informes

"En principio, sólo dos familias de las once tendrían derecho a las ayudas, tal y como están las bases" y por "criterios sociales" y económicos, cuando se trata de una circunstancia sobrevenida, con un daño objetivo, que afecta a todos en sus viviendas, insiste el portavoz, que destaca que estas circunstancias han aumentado el malestar de los vecinos y se une al desánimo que arrastran por estar fuera de sus casas, pagando todavía hipoteca en algunos casos y teniendo que hacer frente a alquileres. Este mes de abril se cumple un año ya de los primeros cuatro desalojos. Durante seis meses de 2016 sí tuvieron una ayuda al alquiler. Pero el tiempo sigue pasando.

Los afectados recuerdan además que la comunidad de vecinos de Sport Aljarafe lleva más de 75.000 euros gastados en estudios sobre ladera, que han revelado un problema que no es constructivo, sino más profundo. Con posterioridad, el Ayuntamiento de Tomares contrató a técnicos, que realizaron otros estudios que han confirmado la necesidad de actuar para consolidarla, con una serie de medidas que tendrían un coste aproximado de 5,7 millones de euros. Hasta el momento, nadie ha confirmado cuándo se va a comenzar a actuar. Los vecinos aseguran no tener noticias y sí mucha preocupación.

Ya ha pasado más de un mes desde que se activó el plan de emergencias, el 10 de marzo. La Junta ha descartado que sea competente para aportar el dinero necesario. El Ayuntamiento no ha informado tampoco de las gestiones que está haciendo.

La prioridad era monitorizar toda la zona, para tener datos del movimiento del terreno en tiempo real, aunque los vecinos ya están costeando algunos sensores. Según los afectados, éstos han revelado que se ha vuelto a producir leve movimiento, de unos dos milímetros, que no tendría más importancia si no fuera porque revela que el terreno no se estabiliza. En octubre, tras las lluvias, se movió más de un centímetro en diez días. Fue tras ello cuando el Ayuntamiento decretó siete nuevos desalojos, para los que apenas se dio dos horas a las familias para recoger lo básico. Las viviendas se apuntalaron y quedaron precintadas.

Según explicaron los técnicos durante el Pleno en el que presentaron sus conclusiones, lo primero que hay que hacer es inspeccionar las redes de abastecimiento y saneamiento de agua para sellar fugas y realizar drenajes que alivien la presión hídrica del terreno. La ladera se estabilizaría con una técnica que ya se ha utilizado en otras zonas, como Beas de Guadix. Se trata de "coserla", de asegurarla con "contrafuertes de terreno mejorado mediante inyecciones armadas", en forma de abanico.

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