La aprobación, ayer en el Pleno de la Diputación, del programa de Bomberos para 2018 -la planificación provisional del servicio en la provincia hasta que eche a andar el nuevo Consorcio- reveló una importante novedad sobre los bomberos voluntarios, más del 35% de los efectivos disponibles y que cobran compensaciones o dietas -que no nóminas- por su labor, altruista en teoría. La Diputación pretende encajarlos con la Ley del Voluntariado en las agrupaciones locales de Protección Civil, con la especialidad de Bomberos o grupos de pronto auxilio, en lugar de con la Ley de Emergencias, como están ahora y que sólo les atribuye funciones de apoyo -sin regular- a los bomberos profesionales, que deben ser funcionarios.

Fuentes del área de Servicios Supramunicipales creen que con esta fórmula se solventarán varias cuestiones. Una es la situación de los ayuntamientos con parque propio que ha funcionando sólo o en su mayoría con voluntarios. Tras algunas denuncias, los juzgados han reconocido que existe una relación laboral con esos voluntarios y contratos en fraude de ley. Los alcaldes reciben informes de secretarios e interventores sobre las consecuencias legales y varios han decidido cerrar. Como "voluntariado" de Protección Civil especialidad en Bomberos, el colectivo podría recibir compensaciones por estar localizables, por ejemplo, aunque las funciones seguirían siendo auxiliares, de prevención, socorro y rehabilitación en caso de emergencia, pero con una regulación mayor.

La Diputación baraja incluso contar con red propia de voluntarios de Protección Civil en el futuro Consorcio de Bomberos -inicialmente lo descartaba- sobre todo en pequeños municipios de difícil acceso, en los que los grupos de pronto auxilio podrían ser importantes en algunas circunstancias, en tanto que llega el parque de profesionales.

El programa de Bomberos 2018 contempla el asesoramiento a los municipios para que o bien creen las agrupaciones de Protección Civil o las adapten. Se confía además en que la fórmula sirva para reabrir los parques de Aznalcóllar, Marchena y El Ronquillo, cerrados por decisión de sus alcaldes al enfrentarse a este tipo de denuncias, aunque la Diputación mandará a dos bomberos profesionales que antes no tenían, junto a los voluntarios.

La oposición censuró que la Diputación siga contando con esta figura del voluntario sin asumirla directamente. El gobierno socialista recordó que estas circunstancias se han dado en municipios que, con menos de 20.000 habitantes, decidieron en su día abrir parque propio y la Diputación los apuntaló con convenios, fórmula que llegará a su fin cuando se ponga en marcha en Consorcio, cuya constitución está sólo pendiente ya de la publicación en BOJA.

Al margen de esta novedad, el programa de Bomberos para 2018 recoge que la guardia mínima en el Parque de la Mancomunidad de Fomento del Aljarafe sea de cinco bomberos más dos localizables. Se reduce por contra a cuatro bomberos por guardia en el Parque Central de Sanlúcar (hace dos años eran seis) y los profesionales se distribuyen en otros puntos de la provincia donde se cree que son más necesarios. Se prevé la puesta en marcha de los parques de Cantillana, Osuna y Lebrija y la licitación de las obras de otros. El presidente, Fernando Rodríguez Villalobos, ha pedido al Ministerio de Hacienda que puedan hacerse con el Plan Supera. El presupuesto total del programa 2018 es de más de 7,8 millones de euros. La oposición lamentó que no aumente, baje incluso en lo que respecta a convenios con municipios y no haya fondos para nuevas ofertas de empleo. Villalobos recordó que en los últimos cinco años se han invertido 75 millones y que será el Consorcio el que deba planificar las ofertas de empleo.