Cádiz

El PP logra cerrar su trilogía en la provincia

  • 2012 fue el año de la tercera victoria de los populares pero también el del relevo de Cabaña.

Francisco Sánchez Zambrano

Tres de tres. 2012 será recordado en Cádiz como el año que permitió al Partido Popular (PP) cerrar su particular trilogía en esta provincia. Si en 2011 este partido lograba dar un giro político con sus claros triunfos en las elecciones municipales de mayo y en las generales de noviembre, en 2012 consiguió cerrar el círculo con un triunfo histórico en las elecciones andaluzas de marzo, algo jamás vivido hasta entonces en el conjunto del territorio gaditano.

Fue sin embargo un triunfo agridulce para la formación política que aún presidía José Loaiza, a la sazón alcalde de San Fernando y presidente de la Diputación. Y es que el PP de Cádiz ganó un parlamentario andaluz más que en 2008 al alcanzar su séptimo representante, pero se quedó lejos del octavo que hubiera acercado algo más a Javier Arenas a la mayoría absoluta que ni siquiera llegó a rozar. Pero es que además el triunfo electoral del PP en la provincia de Cádiz en las elecciones andaluzas se produjo por menos de cinco puntos de distancia sobre el PSOE, cuando apenas cuatro meses antes, en las generales, esta brecha se había ampliado hasta los 14 puntos porcentuales.

De ahí que aquella noche electoral del 25 de marzo el PP viviera su triunfo electoral en la sede provincial de Cádiz con un gesto evidente de contrariedad, mientras que los socialistas se lamían las heridas de su primera derrota en unos comicios autonómicos con satisfacción moderada e incluso con algunos aplausos, y ello pese a perder dos de los ocho escaños obtenidos cuatro años atrás. El jolgorio, como no podía ser de otra manera, se asentaba en las filas de Izquierda Unida (IU), que 16 años después lograba recuperar su segundo parlamentario andaluz por la provincia. Para el análisis y para la preocupación queda la amplísima abstención registrada en esos comicios y que se acercó al 45% del censo electoral.

Pero el balance político de 2012 en la provincia de Cádiz no se circunscribe exclusivamente a las elecciones andaluzas de marzo y, ni siquiera, a la composición del nuevo Gobierno andaluz con la llegada de Fernando López Gil a la Delegación del Gobierno en Cádiz con la colaboración del ex alcalde de Trebujena, Manuel Cárdenas (IU). Y es que el año sirvió también para que se produjeran sendos relevos en los puestos de máxima responsabilidad provincial de los dos partidos mayoritarios. En el PP, como es habitual en este partido, la sustución en la presidencia se produjo sin que nadie alzara la voz. Así, Antonio Sanz seguía los pasos de su maestro Javier Arenas y abandonaba la cúpula regional del partido para aterrizar por tercera vez como jefe de esta fuerza política en la provincia gaditana. Sanz daba el relevo a José Loaiza, que dejaba el cargo con el listón por las nubes al haber llevado a este partido a tres triunfos electorales consecutivos. Para esta nueva etapa, Sanz se rodeaba de un nuevo equipo de dirección en el que estrenaban galones el jerezano Antonio Saldaña (nuevo secretario general) y Ana Mestre (elegida portavoz de la ejecutiva provincial).

Y si el cambio de mando en el PP se produjo con una normalidad absoluta, todo lo contrario se vivió en las filas del PSOE. Conocido que, por razones estatutarias, Francisco González Cabaña tenía que abandonar la secretaria general tras doce años asumiendo esta responsabilidad, la guerra por este puesto se abrió entre las dos familias claramente enfrentadasen este partido: los griñanistas, por un lado, apostaban por la alcaldesa de Sanlúcar, Irene García, para intentar alzarse con el poder en la provincia, mientras que la vieja guardia, con el patrocinio entre otros de Luis Pizarro o el propio Cabaña, situaba como referente al regidor de Barbate, Rafael Quirós. Al final, quienes se llevaron el gato al agua en el congreso de julio celebrado en Chiclana fueron los griñanistas. Por poco más de 40 votos de diferencia Irene García se convertía en la primera mujer en liderar el PSOE gaditano y, de paso, daba un rumbo histórico al frente de este partido político. Eso sí, a la hora de confeccionar su ejecutiva copió a José Antonio Griñán y dejó fuera de este órgano de dirección a todos los representantes del otro sector de los socialistas gaditanos. Sus principales respaldos pasarían a ser Manuel Jiménez Barrios (nuevo presidente del partido) y Juan Ruiz Boix (vicesecretario general). Sin embargo, las disputas internas en el PSOE no se esfumaron con este relevo porque se mantuvieron durante toda la segunda parte del año. El mejor ejemplo fue la guerra que se abrió por la portavocía del Grupo Socialista en la Diputación, que terminó recayendo en la propia Irene García después de que las direcciones regional y provincial del partido se vieran obligados a abrir expedientes disciplinarios a los cinco diputados provinciales críticos que se oponían a la sustitución del anterior portavoz, José María Román.

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