El 21 de marzo del pasado año Puerto Real se preparaba para celebrar el Lunes Santo. Las miradas se dirigían a la Prioral de San Sebastián, desde donde la Hermandad de los Dolores ultimaba los detalles de su salida procesional. Ese día, un triste episodio conmocionó a toda la localidad y cambió la vida a una familia.

La pequeña Alba Ramos, de catorce meses, se precipitaba desde la vivienda de sus abuelos, situada en una tercera planta, después de que "una familiar, en estado de shock por un ataque epiléptico, la dejase caer", según ha mantenido siempre su familia.

Ayer, justo un año después del accidente, los padres confirman que esperan un bebé

Un Lunes Santo comenzaba el particular vía crucis de Sergio Ramos y Belén Pérez, los padres de la pequeña. "La fuerza que necesitábamos para seguir adelante nos la dio ella, porque decidió guardar sus alitas en un cajón y seguir luchando. Nosotros estábamos abatidos", reconocen.

Traumatismo craneoencefálico, edema pulmonar, rotura hepática y fracturas óseas en la cara y en la pelvis. Ese era el sobrecogedor diagnóstico de la niña, que pasó por un coma inducido, 40 días en la UCI y 21 días con respiración artificial. Pese a todo pronóstico, gracias el excelente equipo de profesionales del Hospital Puerta del Mar y al coraje de la pequeña, Alba empezó a ganarse el apodo de 'la niña milagro'. Su recuperación avanza de forma lenta pero un año después el cambio es visible.

La niña está recibiendo terapia en el Instituto Charbel de Jerez, un centro que proporciona un tratamiento individualizado y especializado, aplicando tecnología de vanguardia. Allí recibe fisioterapia y neurorehabilitación. "Hace unos días nos comentó el director de la clínica que le había sorprendido el avance de Alba en este tiempo y que, viendo su evolución, estaban pensando en aumentar las horas de rehabilitación. Así que a partir del próximo mes de abril irá dos horas más a la semana. Estamos muy contentos", explica Sergio.

En www.albaayuda.com, la web creada por la familia para dar a conocer el caso de Alba y gestionar la ayuda que están recibiendo, se marcaron muchos objetivos para el futuro de la pequeña. "Necesitamos que Alba interaccione ante estímulos externos. Necesitamos que Alba vuelva a sonreír". Eran los dos primeros objetivos de una larga lista que ya se han tachado por cumplidos.

Una imagen de la chiquilla con una sonrisa publicada en su perfil lo demuestra. "Despertarse todos los días con esta sonrisa, a pesar de las dificultades, a pesar de todo. Esa sonrisa es gracias a todos vosotros y es la que nos hace seguir adelante cada día", dicen sus padres.

Sergio y Belén no se cansan de dar las gracias. "Creíamos que no íbamos a sacar nada positivo de esto, pero hemos aprendido de la solidaridad de las personas, a quienes jamás podremos agradecer lo que hacen por nosotros", aseguran.

Las muestras de afecto hacia la familia, las donaciones a través de Teaming.net/albaayuda (plataforma de crowfunding para causas sociales) y las cientos de actividades, festivales o pruebas solidarias que se han organizado en toda España para recaudar fondos han servido para que "recuperemos la esperanza y afiancemos nuestro convencimiento de que nada es imposible".

La evolución de Alba es lenta, poco a poco, pero favorable. Está más conectada al entorno y sonríe. También ha mejorado en su movilidad. "Somos optimistas aunque no sabemos nada de cómo será su evolución porque es muy complicado y ni tan siquiera los profesionales nos pueden dar un pronóstico. Depende de muchos factores y cada caso tiene sus particularidades", explica el padre.

Ayer, 21 de marzo, se cumplía un año del fatal accidente. Doce meses del que sin duda fue el peor día en la vida de la familia. Sin embrago, también ayer, 21 de marzo, Sergio y Belén confirmaron una buena noticia. En septiembre serán papás por segunda vez y confían en que la llegada de un nuevo miembro a la familia también ayude a Alba en su avance y siga demostrando su capacidad de lucha.