Nada más finalizar la pasada campaña, Lorenzo Serra Ferrer, máximo responsable deportivo del Betis, y Mateu Alemany, director general del Valencia, dos viejos conocidos, apuntaron la necesidad de revolucionar sus respectivos proyectos ante la desazón que acumulaban sus aficionados. Siete jornadas después, tanto el cuadro verdiblanco como el ché se apuntan como las revelaciones del actual campeonato y hoy se examinarán mutuamente en el Benito Villamarín para elevar los listones de su exigencia en la Liga.

Los datos reflejan ese cambio experimentado por ambos equipos, los dos que más han mejorado de una campaña a otra. En la pasada, el Betis marchaba decimoquinto en la tabla en la jornada séptima y con Gustavo Poyet ya muy cuestionado en su banquillo; el Valencia, por su parte, ocupaba la decimoséptima posición y ya incluso había cambiado de entrenador. Ahora, tanto uno como otro aspiran a instalarse definitivamente en la zona alta de la tabla, una realidad muy distinta a la anterior y que ha disparado la ilusión de sus aficiones.

El duelo también se dirime en los laboratorios. Quique Setién y Marcelino García Toral, con gran responsabilidad en esa transformación de Betis y Valencia, tratarán de imponer sus estilos. El cántabro, con el dominio de la posesión como elemento para generar espacios en el ataque; el asturiano, con un equipo confeccionado desde la defensa que comienza en sus delanteros y que aprovecha su contragolpe letal para acercarse en pocos toques al área rival. Dos libros de estilo distintos en apariencia, pero que también encuentran puntos en común en la intensidad y concentración que exigen a sus jugadores.

Setién, además, ha tenido trabajo extra en los últimos días. La lesión de Javi García, el único pivote puro y físico de la plantilla, lo obligará a modificar su habitual dibujo, algo que apenas ha trabajado en los dos últimos entrenamientos tras los regresos de Guardado y Fabián, que habían estado concentrados con México y la sub 21, respectivamente. El técnico cántabro ha querido jugar al despiste para sorprender a Marcelino, aunque todo apunta a un doble pivote con Guardado y Camarasa para que el joven canterano sea el enlace por delante. También maneja Setién alternativas para el ataque, con la opción de colocar a Sergio León y Sanabria a la vez, como hiciera ante el Levante en el último partido en Heliópolis, o el de colocar únicamente al palmeño para que Tello y Joaquín ocupen las bandas, con la opción de Campbell por vez primera en el banquillo.

Menos dudas ofrece en principio el once de Marcelino. El regreso de Kondogbia le permitirá colocar su centro del campo de gala, con el francés como escudero de Parejo, para que Carlos Soler y Guedes aparezcan como interiores. En el ataque, el italiano Zaza, en racha goleadora, estará acompañado por Rodrigo, en gran forma en este inicio de campeonato como incluso demostró con la selección.

Marcelino apuntó a un partido como el disputado por su equipo en Anoeta (2-3), muy similar al del Betis justo antes de la pausa liguera (4-4), aunque los precedentes en sus enfrentamientos con Setién señalan a duelos igualados y con pocos goles. La eficacia, una de las virtudes del cuadro verdiblanco hasta el momento, se antoja clave para desnivelar esa igualdad que vislumbran los números.

Tampoco acompañan a Marcelino sus antecedentes en Heliópolis. Cinco visitas acumula el asturiano, hasta con cuatro equipos distintos, y nunca obtuvo una victoria. Empates con Recreativo, Racing, Sevilla y Villarreal, más una derrota también con el cuadro castellonense, son los números del técnico en sus visitas al Betis, ese banquillo que pudo ser suyo hace más de una década.

Ahora, la realidad del equipo heliopolitano y del Valencia es distinta. Ambos quieren recuperar la grandeza de días pasados y con esa idea han iniciado la temporada de la mejor manera posible. Los dos son las revelaciones del campeonato y hoy el vencedor daría un golpe de mano para presentar unas credenciales hacia el infinito.