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Mejor que oigan a Joaquín en la hierba

  • El portuense fue el único que unió líneas y profundizó

Guardado, de espaldas, trata de robar el balón

Guardado, de espaldas, trata de robar el balón / EFE

En el gol no participó. Pero si el Betis tuvo una fase de insistencia, de tibio sometimiento al rival, ayudado por la superioridad de su trío de centrales sobre los atacantes locales, fue por la luz de Joaquín en zonas interiores. El portuense arenga en el vestuario y todos escuchan con atención. Y bien harían si también prestan atención a su interpretación del juego sobre la hierba.

Defensa

Un error en la salida del balón o un fallo en la marca a balón parado. Así ha encajado el Betis de Setién no pocos goles y así podían llegar en Riazor, porque en jugadas elaboradas este Deportivo está para pocas alegrías: Lucas Pérez divagando en la derecha bajo el murmullo de desaprobación de la grada, Adrián López tratando de reencontrarse, lo que ha hecho sólo de vez en cuando en el rosario de equipos en el que ha estado, y tanto Bakkali en la siniestra como Andone arriba haciendo la guerra por su cuenta. Súmenle al cuarteto que el entrenador acaba de llegar y tienen ese canto a la anarquía que fue el ataque deportivista ayer. Pero hasta este apuradísimo equipo le hizo daño a la esponjosa defensa bética. Guardado le hizo un regalo a Bakkali que acabó con el balón rozando la escuadra izquierda de Adán y la blandura de los flancos en el repliegue obsequió al Deportivo con varios saques de esquina que provocaron peligro por la impericia de los verdiblancos para adelantarse en el despeje: varios balones se quedaron sin dueño en el área pequeña.

En el tramo final, la zaga cedió muchos metros por las constantes pérdidas más arriba -mal Sergio León- y Cartabia hizo daño desde la derecha, adonde acudió Andone para crear dos ocasiones.

FUENTE: Elaboración propia. GRÁFICO: Dpto. de Infografía. FUENTE: Elaboración propia. GRÁFICO: Dpto. de Infografía.

FUENTE: Elaboración propia. GRÁFICO: Dpto. de Infografía.

Ataque

Joaquín fue el que rompió líneas cuando había que romperlas, el que tiró paredes y diagonales y, cuando ya se le acumuló el ácido láctico en las piernas, el que enseñó como templar la última y desesperada acometida del Deportivo. Apenas atendieron sus compañeros, arriesgando el balón en lugar de conservarlo en esa fase final, y a punto estuvo el Betis de pagarlo.

Virtudes

Fue a por el partido y se lo llevó. Joaquín aún tiene mucho fútbol.

Talón de aquiles

Dibujo fallido. Ganó por inercia.

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