laliga santander

No puede ser más justo (1-0)

  • El Betis suma su sexto triunfo consecutivo por la sencilla razón de que supo mover el árbol hasta que la fruta cayó por madura

  • El gol de Júnior en el 94’ premió a los béticos

El fútbol no pudo ser más justo con el Betis. El conjunto de Quique Setién sumó su sexto triunfo consecutivo y lo hizo por la sencilla razón de que fue absolutamente fiel en el momento de la verdad a sus principios futbolísticos. Nada de volverse locos, nada de colgar balones sin sentido al área cuando la adrenalina amenaza con tumbar a la serenidad, los hombres vestidos de verdiblanco optaron por tocar y tocar hasta desnudar a Las Palmas. Y así, justo cuando crearon la superioridad tanto en el centro como en la zona de remate llegó el pase de Barragán y el remate impecable de Júnior con muchas papeletas ya sacadas para que le tocara la lotería en ese cabezazo.

De esta manera tan sencilla, y al mismo tiempo tan complicada, se explica la eclosión de un equipo que, ahora, cree en sí mismo con la fe del mayor de los fundamentalistas. Seis victorias seguidas tienen un mérito bárbaro y explican de manera bastante fiel la subida en el nivel de todos y cada uno de los integrantes de un Betis que incluso en los partidos con más dificultades siempre posee en su arsenal un armamento escondido para derribar la oposición del adversario.

Así sucedió en este Betis-Las Palmas, en plena Feria, en el que la afición verdiblanca emitió un rugido de júbilo en el minuto 94, justo cuando ya muchos pensaban que la felicidad no podía ser plena y que la fiesta en Sevilla siempre supone un motivo de distracción añadido complicado de llevar para quienes se dedican profesionalmente al fútbol. Pero no, en absoluto fue así, el Betis fue creciendo conforme se fue desarrollando el litigio y tuvo la cabeza muy fría en los momentos culminantes del mismo. Toques y más toques buscando la vía en la que hizo agua Las Palmas y justo en ese instante llegó la acción definitiva.

Porque, dicho sea de paso, también pudo producirse apenas dos minutos antes cuando Barragán también penetró por el costado derecho y llegó hasta muy cerquita del acertadísimo Raúl Lizoain. Su disparo cruzado inexplicablemente se fue fuera por el otro palo, como también fue complicado de buscar la razón por la que Jordi Amat no adelantó a los suyos en el minuto 81 tras una excepcional pared de Campbell que lo dejó absolutamente solo delante del guardameta canario. El central ni tiró ni le pasó bien la pelota a Sanabria, que lo acompañaba. O por concluir con este repaso a lo que generó el Betis en los últimos 25 minutos también está el caracoleo de Tello dentro del área que llegó a sacar providencialmente Javi Castellano cuando el 1-0 ya parecía seguro.

Esta suma de ocasiones en el folio del cronista es la más fiel explicación de que la escuadra de Setién se había hecho acreedora al triunfo, sobre todo cuando Las Palmas se quedó sin gasolina, que fue demasiado pronto, casi en los albores del segundo periodo. A partir de ahí el dominio de la situación de los verdiblancos fue tan abrumador que sólo restaba esperar a cuándo se produciría el gol definitivo, el de la sexta victoria de manera correlativa.

Las imágenes del Betis-Las Palmas Las imágenes del Betis-Las Palmas

Las imágenes del Betis-Las Palmas / Antonio Pizarro

Y anótese un último aspecto táctico. En ese uno a cero del minuto 94, centra el lateral derecho en el borde del área canaria y remata el lateral izquierdo junto a la raya del área pequeña. Esto también quiere decir algo respecto a la apuesta ofensiva de Setién para derribar el muro que había intentado poner, sin mucho éxito, su antiguo equipo.

Está claro que en el fútbol muchas veces hay que empezar el análisis por el final, sobre todo en ocasiones como éstas en las que está más que justificado que sea así. Pero el partido también tuvo un principio con dos equipos con zaga de tres centrales, algo que en el Betis ya es habitual durante la racha de gozo continuo que está protagonizando. La diferencia estaba en que los laterales de los verdiblancos prácticamente se alineaban con un centro del campo que completaban Fabián, Guardado y Joaquín, para que Boudebouz tratara de enganchar y Sergio León hiciera lo posible por aprovechar su movilidad ante el desorden en el que se convierte el entramado defensivo de Paco Jémez.

Durante la primera mitad, con un calor sofocante, la igualdad fue hasta sorprendente, aunque las mejores ocasiones fueran para los anfitriones, sobre todo cuando Sergio León se quedó solo en un excepcional pase de Bartra y Raúl Lizoain sacó una mano extraordinaria cuando el gol parecía ya un hecho. Apenas se había sobrepasado la media hora y en esa fase, con Bartra incorporándose arriba, apretó algo más el Betis.

Pero el asedio, siempre sin apelar a los pelotazos, llegaría en el segundo periodo, conforme fue desapareciendo Etebo por el cansancio. Setién fue moviendo fichas, metió sucesivamente a Tello, Sanabria y Campbell para refrescar a los hombres de arriba y también ordenó a Mandi que se adelantara y jugara por delante de los otros dos centrales. El Betis iba dando pasos adelante en pos del triunfo y Las Palmas sencillamente había explotado y ya era incapaz de conservar el balón.

Por ahí tenía que llegar el gol definitivo, sobre todo después de la expulsión de Michel Macedo. Pero el demérito no fue ajeno, el Betis se hizo acreedor a la explosión de júbilo final porque supo mover el árbol del rival hasta que la fruta cayó por madura. ¡Sexto triunfo consecutivo y todas las cosas tienen su porqué, claro que sí!

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