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Presentación con la hoja en blanco

  • Un Betis timorato, inocente y sin mordiente deja una mala imagen en el estreno de Liga ante un Barça que pudo acabar goleando al ralentí

  • Ni rastro de la idea de juego que pretende Setién

La única variación del Betis de Poyet al Betis de Quique Setién, en el Camp Nou, fue el resultado. Esta vez no fue tan abultado como en el curso pasado (6-2), pero los verdiblancos volvieron a ponérselo muy fácil a un rival que aun jugando, en muchos momentos, con bastante lentitud en el pase, gozó de innumerables ocasiones ante un cuadro verdiblanco con un plan muy simple: jugar ordenado, con las líneas juntas y aprovechar algún fallo del rival o algún contragolpe para generar peligro.

Ni rastro del estilo de juego del técnico cántabro en el estreno de los de Heliópolis en el Camp Nou. Sí fue una escuadra verdiblanca con alguna buena intención, pero cayendo constantemente en la precipitación, con poco desborde, sin nadie que se echara al equipo a la espalda y con unos cambios que tampoco surtieron efecto. Mucho trabajo aún por delante para Setién, cuyo boceto para intentar arañar algo positivo del feudo azulgrana se quedó en blanco.

Defensa

Saltó el Betis al campo con un 4-1-4-1, con las líneas muy juntas para tapar espacios al Barça en la creación, pero sin mordiente arriba y cayendo en la precipitación a la hora de salir con el balón jugado. No tuvo el equipo heliopolitano apenas la pelota ante un rival que en los primeros cuatro minutos tuvo dos ocasiones, por medio de Deulofeu y Messi, para marcar. Primeros avisos de los de Valverde, que con un ritmo lento fueron dominadores del partido y pudieron golear sin muchas complicaciones.

No obstante, el Betis aguantó con la portería a cero hasta pasada la media hora, cuando encajó el primer gol en un centro de Deulofeu que desvió Tosca. El rumano, con pocas ayudas en la segunda parte, acabó desbordado, igual que Feddal, que perdió la pelota en el segundo tanto de los barcelonistas. Barragán también acabó sufriendo y sólo Mandi estuvo más entonado.

Tampoco la defensa tuvo demasiada ayuda del centro del campo, con Guardado superado en todo momento ante la continua movilidad de los azulgrana, con Messi como eje ofensivo.

Ataque

El Betis apenas tuvo presencia en ataque en el campo del Barça. Salió demasiado timorato, sin valentía. Más preocupado de defender que de atacar, y en la ocasión más clara del encuentro Sergio León no la aprovechó. Nahuel y Fabián también lo intentaron, pero sus disparos se fueron altos. Un bagaje muy pobre para un Betis que nunca dio un paso al frente de verdad, y cuando quiso le faltó aptitud en los recursos y cambios con mordiente (Sanabria se quedó sin jugar). Y tampoco tuvieron su día hombres como Joaquín o Camarasa, al margen de la voluntad por intentar agradar de Nahuel o Narváez.

Virtudes

Brillaron por su ausencia.

Talón de aquiles

El Betis concedió mucho en defensa, creó poquísimo peligro a la hora de atacar y apenas generó fútbol para dar una mejor imagen en el estreno de la Liga. La lectura desde el banquillo, sobre todo en la segunda mitad, tampoco fue la más acertada.

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